Con pérdidas millonarias, el sector florihortícola de la Región pasa horas angustiantes porque a la inesperada devastación de los invernáculos, causada por el feroz viento del domingo último, le sigue la sequía de la producción por falta de luz y de agua. "Ya no tenemos ni lágrimas en los ojos, hicimos mucha inversión y sin los riegos vamos a perder las verduras y las flores", contó Pedro Puma, un quintero que se dedica al cultivo de tomate y lechuga.
Indignados por la falta de respuestas de Edelap y de las autoridades locales, los quinteros decidieron hacer un piquete en la Ruta 36 y 492. La medida provocó momentos de tensión con otros vecinos que quisieron atravesar ese cruce y se encontraron con gomas y ramas encendidas.
En la zona de Colonia Urquiza están sin energía eléctrica desde el último domingo a las 11 y a renglón seguido se quedaron sin agua porque al no encender las bombas, no se puede regar. Por esa situación están en riesgo toneladas de tomate, pepino, lechuga y otras hortalizas.
Para graficar la situación se indicó que, por ejemplo, una bandeja de plantines tiene un costo de 700 pesos y a esta altura, la mayoría se está secando por falta de agua.
"Perdimos los invernaderos, eso representa miles de pesos, pero lo que nos preocupa es la falta de luz porque sin salvar la producción que tenemos en pie, no podremos reconstruir todo lo que nos voló el viento", aseguró un productor.
En esa zona los problemas con la luz no son nuevos por eso, algunos con mayor desarrollo en sus establecimientos, están provistos de generadores, aunque en la mayoría de los casos esos equipos no tienen la potencia suficiente para abastecer los equipos de riego.
"Desde que pasó el temporal no vimos a nadie de Edelap trabajando en la zona; hay postes que cayeron sobre los invernáculos, corremos riesgo de electrocutarnos, pero no vino nadie de la empresa, ni de Defensa Civil", agregó una quintera.
La gente aseguró que el fenomenal vendaval no pudo evitarse, pero que es curioso que las autoridades locales no hayan actuado en el lugar para paliar luego la problemática de ese polo productivo. Aseguraron que no sólo aún está la mayoría de los postes caídos, sino que tampoco les llevaron agua para consumir o utilizar en el riego de las producciones.
"Tienen que tener planes para actuar más rápido ante estos desastres porque con el correr de las horas nuestras pérdidas aumentan si se seca la producción", aseguró un horticultor.
Ante la proximidad del 14 de febrero, Día de los Enamorados, los floricultores se lamentan por las flores que no podrán vender. "Se dañaron 15 invernáculos con todas las flores que había adentro y las que estaban bien, se cayeron en los últimos días por falta de agua", dijo el productor Néstor Denoni, en 186 y 492,
La Asociación de Medieros y Afines - ASOMA - comunicó ayer que, luego del último temporal, el sector florihotícola afronta la peor crisis de su historia. Según cálculos de la entidad, de los más de 7000 pequeños productores de la zona, sufrió pérdidas el 90 por ciento, tanto en sus instalaciones como en sus sembrados.
"Algunos salieron a comprar nylon, maderas, grupos electrógenos para no perder todo; esto ya está elevando el precio de estos insumos que además empiezan a faltar", se informó en un comunicado.
ASOMA evaluó que para recomponer la crisis, un pequeño productor necesita al menos 100 mil pesos para salvar media hectárea.
En ese marco, se solicitó, además de "un subsidio por ese monto, la restitución de la electricidad, ayuda para reparar las viviendas dañadas, planes para que los mas pobres puedan volver a sembrar, línea de créditos especiales para los más acomodados".
Se anticipó que se conformó una multisectorial agraria con todos los sectores afectados que se concentrarán a partir de las 10 en Ruta 2 kilómetro 44,5, "ya que las autoridades se comprometieron a traer respuestas a los reclamos efectuados", se indicó en un comunicado.
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