Pasaron ya dos semanas de la protesta que los productores frutícolas llevaron a cabo en Plaza de Mayo, en la que regalaron peras y manzanas provenientes de Río Negro y Neuquén a los transeúntes a modo de protesta por la falta de políticas que solucionen la baja rentabilidad del sector. Después de varias reuniones entre el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, y dirigentes provinciales, el Gobierno Nacional decidió dar señales de apoyo a la actividad, que en los últimos meses se vio muy complicada ante el avance de las importaciones y la suba de costos en las tarifas, sobre todo en el caso de los frigoríficos que conservan la producción en cámaras de frío.
Por eso, la secretaria de Mercados Agroindustriales, Marisa Bircher y personal de la Cancillería recibieron ayer a representantes del sector con el objetivo de "desarrollar un plan de acción de promoción comercial" que les permita planificar en el corto plazo la entrada de la producción argentina a mercados internacionales, uno de los ejes que más le interesan al presidente Macri, quien se encarga siempre de resaltar que el país está "listo para proveer al mundo de alimentos".
De esta forma, con el foco puesto en evaluar las barreras sanitarias –que suelen convertirse en una traba complicada en las negociaciones externas–, se apuntará a priorizar los principales destinos y a actualizar al sector sobre los estados de las tratativas.
Más comercio "Hay setenta mercados abiertos y los productos argentinos se pueden encontrar en todos los continentes.
Entre los más destacados se encuentran la pera, manzana, uva, limón y mandarina. El país exporta fruta al mundo por US$ 1.088 millones anuales. En lo que va de 2016, los envíos se han incrementado el 4% en comparación al mismo período de 2015. No obstante, nuestro compromiso es desarrollar todas las estrategias posibles para seguir creciendo", expresó Bircher.
Es que ante el sobrestock y la falta de financiación, la única salida que encuentra la actividad es la de potenciar las ventas al exterior. En ese sentido, los productores destacaron "la importancia de profundizar el comercio con Brasil y México, y dinamizar las relaciones entre la Unión Europea y el Mercosur".
El clima, en contra Las heladas de este mes agravaron la situación en el valle rionegrino, donde el frío dañó las plantaciones de ciruela, durazno, pelones y cereza. Con temperaturas que superaron los diez grados bajo cero, el 80% de los productores salió a defender los cultivos con fuego o con agua, ya que la mayoría no cuenta con el sistema de riego por aspersión, la mejor herramienta para proteger el trabajo de los fenómenos climáticos. De hecho, en las chacras cercanas a Río Colorado las pérdidas se ubicaron entre el 70% y el 100%, lo que obligó al sector a reiterar el pedido de acceso a créditos, algo que ya habían incluido en la carta que enviaron al Jefe de Estado en enero, pero para lo cual aún no obtuvieron respuesta.