El decreto presidencial 820/2016 que flexibiliza la ley de Tierras y establece menores restricciones para que firmas extranjeras se hagan del territorio rural encendió alerta en Federación Agraria Argentina (FAA). La entidad que representa a los pequeños y medianos productores alertó que la decisión del presidente Mauricio Macri genera una mayor "concentración de la tierra" al tiempo que pone en riesgo la "soberanía nacional". En contraposición piden que "se empiecen a priorizar políticas públicas para sostener a los pequeños productores".
El titular de FAA, Omar Príncipe, contextualizó: "En la Argentina ya hay 16 millones de hectáreas en manos de extranjeros y más de un millón de hectáreas que están extranjerizadas pertenecen a firmas de capitales offshore o de paraísos fiscales. Esto va en línea directa con las inversiones extranjeras que impulsa el gobierno pero que no se sabe de dónde vienen. Y eso significa que la tierra empiece a tener un valor inmobiliario, el negocio para algunos que compran y venden tierras pero que redunda en el desplazamiento de pequeños productores, de criollos, de comunidades aborígenes".
La ley de Tierras, que se sancionó en 2011, establecía que las empresas o personas jurídicas eran consideradas extranjeras, y por lo tanto no podían comprar tierras en el país, si poseían el 25 por ciento del capital social.
Mediante el decreto del presidente Macri, ese porcentaje se elevó al 51 por ciento, es decir que los capitales foráneos tendrían el control de las firmas sin que se las considere extranjeras y sin que tengan ningún tipo de límite para comprar tierras.
Para Príncipe, este decreto no hace otra cosa que "dejarle los recursos naturales del país, como el agua, los alimentos, las tierras limítrofes, a los extranjeros".
"Decimos que es un problema de soberanía nacional no flexibilizar la ley de Tierras. ¿Por qué no priorizamos sostener y promover a miles de pequeños productores que están en la Argentina y producen el 80 por ciento de los alimentos de nuestro país?", se preguntó.
"Nosotros tenemos propuestas sobre el tema de tierras, como una ley de arrendamiento para frenar la concentración productiva, un instituto de tierras que habla sobre la distribución equitativa de la tierra en nuestro país", expresó el titular de Federación Agraria.
"Además pedimos políticas públicas diferenciadas para darle viabilidad, competitividad y eficiencia, tanto que se habla ahora de eso en el gobierno, a los productores que generan mano de obra y valor agregado en nuestro país como los productores lecheros o de cerdo", amplió el dirigente ruralista.
La comisión de Tierras de FAA se reunió esta semana justamente para tratar este tema y tomar algunas acciones gremiales para visibilizar esta problemática.
Entre las opciones que estaban manejando se incluía llevarle un petitorio al ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile y realizar una jornada legislativa en el Congreso con todos los bloques de los partidos políticos allí representados. "Seguramente en este mes vamos a hacer acciones directa con este tema", concluyó Omar Príncipe.
"Las economías regionales están en una profunda crisis"
"Las economías regionales están sumergidas en una crisis profunda. Si hacés un mapeo por las producciones de alimento de todas las economías regionales, vas a encontrar un común denominador: al productor le están pagando precios irrisorios, por debajo de los costos de producción, y los argentinos pagamos ese alimento muy caro", indicó el titular de Federación Agraria Argentina (FAA), Omar Príncipe.
"Con la ciruela le pagan 3 pesos al productor y vale 15 o 20 en la verdulería. Al yerbatero le pagan 4,20 pesos el kilo de yerba, mientras vale 50 en la góndola. Por eso hay que hacer visible esta distorsión de precios. El rol del Estado debería ser fijar un precio mínimo sostén para los productores y un precio justo para los consumidores", agregó.
Príncipe se pronunció a favor de "buscar maneras y políticas para que terminemos con estas situaciones de distorsiones de la cadena yendo a figuras que vayan del productor al consumidor de forma directa, con ferias, con lugares donde el consumidor pueda adquirir los alimentos directamente del productor".
—¿Esta distorsión en la cadena de valor que perjudica a las economías regionales puede terminar en una sojización de los campos?
—Ya existe un proceso de sojización en la Argentina. Recordemos que ya hay más de 20 millones de hectáreas sembradas de soja. Eso además demuestra que hay una gran concentración productiva en la Argentina porque de las 50 millones de toneladas que se producen del poroto de soja, el 80 por ciento de esa cantidad los producen 2.500 o 3.000 empresas. Entonces, esa concentración productiva es la que nos lleva a una figura de "agricultura sin agricultores". Tenemos que cambiar esta situación, por eso hablamos del cambio del modelo productivo o el cambio de la matriz productiva que tiene que ver con la estructura agraria en la Argentina, que cada vez está más concentrada.
