Luego de que los trabajadores de la industria frigorífica realizaran diversas medidas de fuerzas en reclamo de mejoras salariales, a los empresarios no les quedó otra salida: "Hoy, lunes, iremos al Ministerio de Trabajo de la Nación para firmar un acuerdo que rubrique una nueva paritaria salarial que prevé un incremento del 20% en los salarios, retroactivo al mes de julio, y al que se le suma otro 20% otorgado en marzo. De esta manera ofrecemos la misma escala salarial que los frigoríficos exportadores. Eso sí, de ahora en más lamentablemente tendremos que trasladar este aumento de los costos al precio final de la carne que se incrementaría entre un 5 o un 6% como mínimo en el mostrador", adelantó a Ámbito Financiero Daniel Urcia, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA).
Otro factor determinante para que el precio en la góndola se incremente, es la suba del precio de la hacienda, debido, en gran medida por la retención de vientres por parte de los productores lo que, a su vez, resulta en un menor nivel de faena.
Según el Senasa, para los primeros siete meses del año, se faenaron en total alrededor de 6,73 millones de cabezas, esto representa una caída del 7,68% respecto del mismo período pero del año anterior.
Se destaca que en los primeros siete meses del año la faena de vaquillonas cayó un 18,6% y la de terneras 15%, aquí se demuestra a las claras el proceso de concentración de vientres que está realizando la producción en el camino de ofrecer animales más pesados en el futuro.
"Lo más positivo es que las perspectivas a mediano y largo plazo son que el valor de la hacienda se estabilice o hasta que baje en algunos meses. De esta manera todo indicaría que el precio de la carne no tendría más variaciones en el mediano plazo. Lo que nosotros manejamos es que el incremento en el precio de la carne en góndola crecería como mínimo un 5% y como máximo el 10%, cerró Urcia.
