El consumo de carne vacuna retrocedió 7,7% en el primer semestre de 2016 versus igual período del año pasado, según informó hoy la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra).
De acuerdo a la entidad, el consumo per cápita se ubicó en 55,3 kilos, el peor nivel desde el primer semestre de 2011, cuando se registró un consumo de 53,2 kilos por habitante.
Vale recordar que en el anterior reporte, de junio pasado, Ciccra había informado una merma del 6,3% en el consumo por los primeros cinco meses del año.
La caída en la faena y la pérdida del poder adquisitivo, en medio de un contexto inflacionario, siguen golpeando al consumo como viene ocurriendo en los últimos meses. Este hecho ya fue señalado otras veces por expertos del sector.
Según la entidad, hubo otros indicadores negativos. En rigor, en el primer semestre del año la faena total, con 5,69 millones de cabezas bajó un 7% respecto del mismo mes del año pasado.
"El principal factor explicativo del bajo nivel de faena está dado por el proceso de retención de vientres, que ya lleva más de un año", indicó el informe. Tras un fuerte proceso de liquidación de stocks, debido a las políticas de intervención del anterior gobierno, hoy los productores están recuperando su rodeo. Se quedan con las hembras para producir más terneros. En esta línea, la faena de hembras, que en otras épocas estaba por encima del 47% del total hoy está en un 41,1 por ciento.
También retrocedió la producción de carne. Con 1,28 millones de toneladas res con hueso, 85.700 toneladas menos respecto de igual período de 2015.
En cuanto a las exportaciones, en los primeros cinco meses del año totalizaron 57.713 toneladas peso producto y lograron mostrar por primera vez en el año una mejora de 1,4% anual, según la entidad. En tanto, en el acumulado del año las exportaciones de menudencias se ubicaron en 44.283 toneladas peso producto, 2,5% menos igual período del año anterior.
Ciccra manifestó en su informe su preocupación por el crecimiento de "seudocooperativas" que usan la figura de una cooperativa para obtener ventajas cuando no son tales. De acuerdo a la entidad, estas "seudocooperativas" representan hoy el 11% de la faena en la provincia de Buenos Aires y están "distorsionando totalmente el mercado y generando" evasión impositiva, evasión previsional, riesgo sanitario y "reducción a casi esclavitud a los operarios que reciben ingresos inferiores a los de convenio y no gozan de vacaciones pagas, ART ni salario familiar".