El segundo semestre se instaló en las provincias con una pesada carga para los gobernadores, que ya deben enfrentar el reclamo gremial de reapertura de paritarias para llevar el aumento salarial anual a al menos el 42%, en línea con la estimación de inflación para este año admitida días atrás por el ministro de Hacienda y Finanzas nacional, Alfonso Prat Gay.
El porcentaje blanqueado por el estratégico funcionario de Mauricio Macri es muy superior a las subas acordadas a principios de año por los mandatarios con docentes y estatales.
La suerte de los sindicatos es, sin embargo, dispar, ya que si bien en algunos distritos la discusión se reinició o se activará en los próximos días, en otros los Ejecutivos patean para adelante una potencial convocatoria, bajo el argumento de que el alza de precios no llegó aún a un nivel que amerite rediscutir sueldos.
A principios de año, buena parte de los mandatarios apostó al formato de acuerdos paritarios "cortos" con los gremios, con la posibilidad de reactivar la negociación salarial a mitad de año, en función de la marcha de la inflación.
Ahora, para los sindicatos se llegó ya a esa instancia de aplicar la "clásula gatillo" por el alza de los precios, en una mirada que se vive también a nivel de la CGT. La pretensión ya incluso derivó en medidas de fuerza en distintos puntos del país (por caso, hoy parará la chubutense Atech), y en el caso de los maestros ya en algunos distritos amenazan con no volver a clase tras las vacaciones de invierno (ver aparte).
Por eso, ese formato de paritaria "pocket" asoma ahora como un dolor de cabeza para los mandatarios, en medio de las urgencias de cuentas del interior y de la clara merma en las remesas de coparticipación respecto de los niveles esperados.
Con ese delicado telón de fondo, la reacción de los mandatarios es hasta el momento dispar.
Algunos Ejecutivos ya iniciaron -o le pusieron fecha- a la segunda tanda de encuentros paritarios, como en el caso de la bonaerense macrista María Eugenia Vidal, el jujeño radical Gerardo Morales y los justicialistas Gustavo Bordet (Entre Ríos), Juan Manuel Urtubey (Salta), Lucía Corpacci (Catamarca) y Carlos Verna (La Pampa).
"Tenemos varias cosas que conversar y entre ellas la actualización de la paritaria salarial, porque en el acta que hicimos en febrero dijimos que si la inflación entre la firma del acta y el mes de julio superaba el aumento otorgado, nos íbamos a sentar de nuevo para revisar esos números, y voy a cumplir ese compromiso", sostuvo el ministro de Educación catamarqueño, Daniel Gutiérrez, tras la suba del 25% otorgada a principios de año.
Sin embargo, en ese lote de provincias se pegotean administraciones que ya tomaron la decisión de conceder nuevas subas con otras que por ahora lo descartan.
Por caso, el Gobierno de Vidal volverá a compartir mañana mesa paritaria con los maestros, aunque advirtió que no considera que se deba concretar una nueva oferta, tras la suba del 34,6% concedida a fines de febrero.
En cambio, sí habrá propuesta para los estatales, que sellaron un acuerdo corto con suba del 15% para el primer semestre. La pulseada será el 14 de julio.
En tanto, un segundo grupo de Ejecutivos, por ahora no convocó o no tiene previsto convocar a nuevas negociaciones.
Un escenario de ese tenor se vive en Río Negro, donde el mandatario Alberto Weretilneck advirtió días atrás que, "más allá del respeto por las aspiraciones de los trabajadores y dirigentes gremiales de aspirar a mejores salarios, este año no estamos en condiciones de producir ningún nuevo aumento".
En Córdoba, en sintonía, la docente Uepc reclamó al peronista Juan Schiaretti la reapertura de la paritaria.
"Nos están faltando entre seis y ocho puntos", aseguró el titular del gremio, Juan Monserrat, respecto de la estimación inflacionaria de Prat Gay.
Los reclamos de reapertura de las paritarias de docentes o estatales, según el caso, se apilan además otros distritos, como en Neuquén.
"Dijeron que el proceso inflacionario anual iba a ser del 25% y ahora tuvieron que salir a reconocer que no será inferior al 42%", disparó el neuquino Carlos Quintriqueo (ATE).
En paralelo, una estocada que se gesta en la Ciudad de Buenos Aires podría profundizar aún más la conflictividad en las provincias: gremios docentes con representación nacional ya pidieron al ministro de Educación, Esteban Bullrich, una nueva suba del salario mínimo del sector a nivel país, con efecto contagio inmediato al interior si la pretensión es concedida.