Según las estadísticas oficiales, la industria frigorífica factura anualmente $123.750 millones y en 2015 sólo en la cadena bovina se faenaron 12,4 millones de cabezas, por lo que resultó un volumen de carne producida de 2,7 millones de toneladas. De aquí que no quedan dudas de la importancia del sector en la economía y mientras se habla de una reactivación de la ganadería, los frigoríficos arrastran una crisis desde hace varios años.
"En este 2016 sumamos a nuestra precaria situación el incremento de los costos y a esto hay que agregarle que la mayor retención de vientres y de hacienda para engorde se traduce en una menor oferta que genera un incremento en el costo de la carne. Quizás el futuro es promisorio, pero desde la industria somos conscientes de que nos esperan por lo menos seis meses muy duros", detalló a Ámbito Financiero Daniel Urcia, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), cámara que agrupa a más de 50 empresas que faenan alrededor del 35% del total nacional y se caracterizan por ser de escala media.
"Lo que más complica al sector es la competencia desleal con aquellos que se mueven en la informalidad y que no pagan todos los impuestos, pero confiamos que el Gobierno continuará haciendo todos los controles necesarios. Al mismo tiempo, pedimos que se eliminen impuestos distorsivos como el impuesto al cheque que no colaboran en la bancarización de la actividad", cerró Urcia.