Tres años de utilización de fertilizantes en la Argentina. A eso equivalen las $ 14.000 millones de pérdidas potenciales estimadas para el sector agropecuario tras las inundaciones que se registran en buena parte de la zona núcleo pampeana desde agosto pasado.
Esos son los datos que manejan en el centro de estudios económicos de Sociedad Rural (SRA), para los que el rojo productivo será aún mayor si el clima sigue castigando o, aunque no lo haga, las aguas se retiren y se pueda cuantificar lo arrasado que quedaron campos, equipos, propiedades y caminos.
Hasta la semana pasada, previo a las lluvias del jueves 22 que en algunos sectores del oeste bonaerense superaron los 150 milímetros, se contabilizaban 7,3 millones de hectáreas pampeanas afectadas, 3,4 millones de las cuales se encontraban bajo el agua.
Ernesto Ambrosetti, economista jefe del centro de estudios de SRA, explicó a El Cronista que la paralización de las tareas rurales afecta tanto a la siembra de soja, de maíz y la actividad en tambos y cría de ganado.
“Se siguen viendo lluvias en la región mas afectada, donde los suelos ya están saturados. Eso imposibilita las tareas y en las áreas ganaderas ya se visualizan pérdidas relevantes”, planteó. En ese sentido, sostuvo que por muerte de ganado y menores terneros para la próxima zafra (nacimientos hacia el otoño) se ven afectados casi un millón de cabezas, y una pérdida que supera los $ 2.800 millones. A eso se agregan unos 400.000 viajes menos en camiones por menor actividad en la cosecha fina y gruesa.
Granos en problemas
La cifra de hectáreas bajo el agua (3,4 millones) que tiene la SRA coincide con el área total prevista para sembrar maíz en todo el país en este ciclo 2012/13. Por las lluvias y anegamientos, esa cantidad ahora está más que en dudas: muchos campos que habían sido implantados con el cereal quedaron anegados, otros tanto deberían resembrarse y en otros todavía no se puedo trabajar. Así, los analistas consideran que hablar de una producción de más de 24 millones de toneladas de maíz para 2012/13 es demasiado arriesgado. Si se da logra esa producción, sería 14% menos que los que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) estima para la producción local.
Las pérdidas potenciales en maíz estarían en torno a $ 3.000 millones para los productores, comenta Ambrosetti, quien sostiene que por efecto de una menor oferta sudamericana seguramente la brecha de precios en Chicago se irá achicando.
Ricardo Baccarin, de la consultora Panagrícola, cree que es demasiado pronto para evaluar posibles caídas productivas. “Primero hay que ver cuánto se logra sembrar, de ahí se podrá calcular. Lo que sí, sea en soja o en maíz, la caída de rendimientos entre las siembras de primera y de segunda siempre están”.
El analista remarcó, además, las pérdidas que se están viendo en trigo y cebada son muy importantes, con fuertes problemas de calidad. Ayer, en la Bolsa de Cereales porteña el trigo enero repuntó 4 dólares en solo un día. Ambrosetti le pone cifras a esos problemas: un trigo con pérdida productiva de 14%, con lo que la producción no sería mayor a 10 millones de toneladas y una cebada con una caída productiva de 33%. Juntos configuran una pérdida de la fina de poco más de $ 1.100 millones.