La calidad de la soja argentina es la peor en casi dos décadas
Por el clima, la cantidad de proteína y grasa en el grano es históricamente baja. El mercado local lo descuenta en los precios que paga por tonelada
La cosecha récord de casi 56 millones de toneladas que lograron los agricultores argentinos este año es una buena noticia para ellos y para el fisco, que recauda el 35% del valor de cada poroto exportado, 32% de cada tonelada de aceite y harina enviado al exterior y 11% de cada tonelada de biodiésel que se vende afuera.
Sin embargo, la calidad de los porotos nacionales es una de las peores en la historia reciente.
Al menos en los últimos 17 años la producción nacional no había tenido una combinación tan nociva de baja calidad proteica y cantidad de materia grasa en los granos de soja.
Así lo aseguran las pruebas de la Cámara Arbitral de la Bolsa de Comercio de Rosario, que publicó un relevamiento en el que asegura que “el promedio nacional del nivel de proteína en el grano de soja para la campaña 2013/2014 se encuentra en 37,2%, muy por debajo de lo que necesita la industria para procesar harinas de la calidad requerida internacionalmente”.
Citando datos del INTA provenientes de la Estación Experimental Marcos Juárez, Córdoba, la entidad indicó que “en la campaña 2012/13 se había llegado a un valor de proteína de 37,1%, mínimo histórico desde que el INTA lleva registros; por lo que el aumento de este año es insignificante con respecto al periodo anterior”. No obstante, asegura, “más preocupante aún en esta campaña fue el indicador de materia grasa”, que llegó a un mínimo histórico de 21,6%.
El fenómeno climático que motiva estos malos resultados fue la cantidad de días nublados que hicieron que el cultivo no obtuviera la radiación necesaria, lo que afectó especialmente el contenido de materia grasa.
Desde el punto de vista del mercado, analistas consultados por este diario coincidieron en que la menor calidad de la soja se ve en los precios pagados en el plano local. Mientras el mercado ronda los $ 2.600 por tonelada de soja, la capacidad de pago de la industria (FAS Teórico) que calcula diariamente el Ministerio de Agricultura quedó ayer en $ 2.739 por tonelada.
Es decir que, lejos de pagar premios, y en momentos en que los compradores están necesitados de mercadería, se descuentan algunos pesos por la calidad de la soja obtenida.
La BCR sintetizó en su último relevamiento de cosecha las condiciones que atravesó la soja este año.
La campaña “comenzó en octubre sin reservas de humedad.
En diciembre, la ola de calor extremo fue récord: duró 16 días y no tuvo precedente. En enero siguió el calor”, dijo y agregó que en febrero “en menos de 48 horas cayeron 400 milímetros de lluvia” y las precipitaciones siguieron complicando las labores, aún hasta hoy.