Siembra

Desde abajo, bien para arriba

Para beneficio del país el área y la producción de trigo deben crecer, por el esfuerzo del productor y con el apoyo del gobierno, con claridad y confiabilidad

La impresión hasta la fecha es que "el Trigo por fin despega". Las últimas estimaciones hablan de un crecimiento de la superficie sembrada en un 19 % respecto del año pasado. Claro que aún estamos lejos del ideal y potencial de nuestro país, pero vale y mucho, empezar a recorrer el camino.

Además, luego del mea culpa de Domínguez y un nuevo informe que continúa indicando la existencia de sequía en Estados Unidos, lo cual habría impulsado el precio de este cereal para arriba  - soja y trigo alcistas en Chicago - hace pensar que la superficie podría crecer aún más, y que bueno sería.

Para lograr que los 4.3 millones de hectáreas anunciadas por el PAS (Panorama Agrícola Semanal) de la Bolsa de Cereales, o más si finalmente crece el área, rindan al máximo, la siembra debe ser hecha con atención y cuidado. El logro de la cantidad óptima de espigas por metro cuadrado depende claramente del logro de un alto porcentaje de eficiencia de implantación. Esto es, de cada 100 semillas descargadas en el fondo del surco, lograr que más de 90 nos den una plántula en período más corto posible.

Bien prolijo.

La profundidad de siembra debe ser lo más uniforme posible, ya que de esto depende el tiempo transcurrido hasta la emergencia total del cultivo y la uniformidad. Las precipitaciones de este otoño permiten, en general, hacer siembras relativamente superficiales de modo de acortar el período mencionado.

A los efectos de lograr uniformidad es muy importante regular y comprobar el trabajo de las ruedas limitadoras de profundidad.

Cuando el antecesor es soja es más fácil lograr un buen trabajo, pero cuando el antecesor es maíz o algún otro cultivo de mucho volumen resulta dificultoso. Lograr un buen trabajo de las ruedas adosadas al surcador, los tallos interfieren en el copiado de la superficie. Si la rueda se eleva 2 ó 3 cm por un tallo, es muy probable que las semillas en ese sector queden muy superficiales o, peor aún sobre el rastrojo, y éstas no darán plantas. 

En estas situaciones, resulta provechoso utilizar ruedas conformadoras traseras, también como limitadoras de profundidad. Si bien la referencia se encuentra algunos centímetros por detrás, resulta más confiable ya que toma contacto con suelo libre de rastrojos.

Existen ensayos realizados por INTA que muestran mejores valores de eficiencia de implantación con ésta última opción mencionada.