Empresarios se anuncian como el motor del crecimiento
Proponen un diálogo amplio y medidas para frenar la inflación. La falta de inversiones y la caída del empleo, dos temas que preocupan
Satisfacción, entusiasmo y optimismo. Básicamente, estas son las sensaciones que prevalecen entre los hombres de negocio unificados en el flamante Foro de Convergencia Empresarial, del que ya participan 40 asociaciones y cámaras sectoriales, tras la reciente difusión del documento “Bases para la formulación de políticas de Estado”, en el que plantearon la necesidad de atacar “en forma urgente la inflación” y la formulación de un programa integral que facilite la llegada de las inversiones necesarias para reactivar la economía.Con respecto a las dificultades presentes (alta presión impositiva, déficit fiscal, falta de estabilidad monetaria, entre otras cosas), los empresarios descreen que el Gobierno actual pueda resolverlas y buscan generar consensos amplios que le devuelvan al empresariado su rol protagónico. “El motor de crecimiento de la próxima fase es el sector privado, lo que implica movilizar sus energías, su creatividad y sus recursos”, resumió Jaime Campos, presidente de AEA, en un tramo de la entrevista que mantuvo con iEco, junto a Miguel Blanco, de IDEA, Pablo Taussig, de ACDE, y el presidente de la Sociedad Rural, Luis María Etchevehere.“No estamos marcándole la cancha ni condicionando a nadie. Lo que sí estamos seguros es que este acuerdo será beneficioso para el país”, dijo Etchevehere, aludiendo al documento, que los empresarios presentan como la versión criolla del Pacto de la Moncloa.
–¿Cuál es el objetivo del documento que elaboraron?Luis Etchevehere: Esto no tiene nombre y apellido, no es un reclamo sectorial ni está dirigido a nadie en particular. Sí esta dirigido a todo el arco político, incluido el oficialismo. El documento repasa las políticas de Estado que entendemos que se deberían dar para poder expresar todo nuestro potencial. No somos adivinos: los países que lograron acuerdos de este tipo progresaron sin sobresaltos. Eso no significa que no tengan problemas, pero alcanzaron acuerdos en lo básico, en lo medular.–Jaime Campos: El empresariado, al igual que otros grupos, tiene la responsabilidad de manifestar su visión para luego compartirla, y hacer algo en conjunto. Es importante que se escuche la voz del sector privado. Eso no quiere decir que seamos dueños de la verdad, para nada, pero es importante que los partidos políticos y la sociedad sepa lo que pensamos.–Pablo Taussig: Si como país tenemos en claro cuáles son los objetivos de largo plazo, el corto plazo se ordena solo. Y lo que vivimos cada día en nuestras empresas es lo que queremos proponer como método de consenso. No importa si las cosas que faltan son de ahora, de hace 10 años, o de hace 20. Nos parece realmente estéril discutir eso. Lo constructivo es decir: “Acá estamos y acá queremos llegar”.–¿Cuáles son los principales cuestionamientos?–Miguel Blanco: La inflación. En el mundo, los países con alta inflación son contados con los dedos de la mano. El segundo tema es la presión impositiva, que es altísima, incluso comparándola con países de la región. Y tercero, la falta de previsibilidad en las reglas de juego, un tema clave para las inversiones de mediano y largo plazo.–Sobre la inflación, el Gobierno respondió que son los empresarios los que remarcan. ¿Es así?–JC: La respuesta es muy clara. De 2003 a 2007 estaba Kirchner, el mismo gobierno y los mismos empresarios, y la inflación era inferior al 10%. Está muy claro que la inflación responde a problemas macroeconómicos.–¿Qué balance hacen de este ciclo político? ¿Hay cosas positivas para rescatar?– LE: No hay una sola medida política que haya beneficiado a la actividad agropecuaria. Y las pruebas son contundentes. Perdimos 12 millones de cabezas de ganado, cuando Néstor Kirchner cerró las exportaciones en 2006 y caímos del tercer puesto de los países exportadores de carne al 11°. Lo mismo podemos decir con el trigo. La Argentina se pierde una gran oportunidad, porque se podría duplicar la cosecha actual fácilmente.–MB: El principal mérito de este período fue poner en marcha una economía que estaba totalmente parada. El tipo de cambio alto, con superávit fiscal y comercial, le dio a la Argentina la posibilidad de repuntar. Yo creo que eso se fue perdiendo en la segunda etapa, pero la primera etapa fue positiva.–PT: Yo agregaría la renegociación de la deuda. Cuando lo plantearon parecía prácticamente imposible y la sacaron. Y también rescato el proceso de industrialización, en especial en industrias medianas, con medidas de fomento que funcionaron. Hubo cuatro o cinco años con crecimiento del empleo fuerte.–JC: Yo haría el mismo balance, pero el punto de inflexión es cuando se decide afectar el Indec. Y otros dos temas: el conflicto con el campo y lo de Repsol: la forma en que se expropió fue muy negativa para las inversiones.–¿Cuáles son los temas urgentes?– MB: Lo primero es un ataque integral a la inflación. Para eso es necesario dialogar a partir de datos creíbles para hacer un diagnóstico y tomar las medidas correctas.–LE: Lo que dice el documento: organismos de control, volver al mundo, volver al crédito, recomponer las relaciones comerciales con países del bloque y el mundo.–PT: La clave son las expectativas. Si la gente viera que las cosas van en una dirección correcta, dirán: es un año duro, esperamos y pasamos. La incertidumbre frena la inversión, y cuando no hay inversión cae el empleo o el salario, que son las dos variables de ajuste.–JC: Una de las cosas muy complicada es cuando las reglas de juego básicas no se cumplen y se opera en forma discrecional, porque una regla puede gustar o no, pero si la regla es fija para todos, bueno, el empresario la acepta. Creemos que si buena parte de las ideas que volcamos en ese documento se plasmaran, vamos a tener unos años muy positivos para el país.–Hacia el futuro, ¿dónde habría que apostar?–MB: Energía, minería, el agro, continuar con la exportación de servicios, infraestructura, donde se requiere mucha inversión: la Argentina tiene varios sectores con mucho potencial.–LE: La cosecha puede pasar de 100 a 160 millones de toneladas de acá a 2020. Lo mismo con la leche y la exportación de carnes. Con previsibilidad, con mercados abiertos y sin trabas, el campo prácticamente no tiene techo.–PT: El turismo es otro sector importante y que da mucho empleo.–JC: Estamos todos en deuda con la caída de la educación pública. Muchos hijos de nuestra dirigencia no se educan en la escuela pública, porque es muy mala.