Posible cierre de compañía de biodiésel
La intervención del mercado de biodiesel está a punto de liquidar a la gran primera gran industria del sector: Patagonia Bioenergía. La compañía comenzó a deshacerse de cargos gerenciales
La industria argentina de biodiesel alguna vez fue una de las más sólidas del mundo. Hasta que el gobierno nacional decidió intervenir ese mercado en agosto de 2012. Luego llegó el bloqueo comercial europeo –devolución de gentizelas por la confiscación de YPF– para terminar de complicar todo.
La noticias es que en los últimos días –según adelantó La Política Online– una de las más grandes industrias del sector, Patagonia Bioenergía, comenzó a realizar despidos masivos de personal que (aquí está el dato clave) incluyen a cargos gerenciales.
Se trata de una movida posiblemente orientada a cerrar la compañía de manera definitiva luego de perder grandes cantidades de dinero en el último año.
Patagonia Bioenergía fue fundada por el esfuerzo conjunto de dos empresas de capitales argentinos provenientes del sector agropecuario y energético: Cazenave & Asociados S.A. y Energía & Soluciones S.A. Luego se sumaron inversores de EE.UU. y Holanda.
La planta –con sede en la localidad santafesina de San Lorenzo– contaba con una capacidad instalada de 250.000 toneladas de biodiesel al año y planes para duplicar esa cifra (que fueroncongelados luego de la intervención). En el último año la industria estuvo prácticamente paralizada.
“Existen cuestiones ideológicas que ponen al ministro (de Economía Axel) Kicillof y a sus colaboradores en contra de los biocombustibles. Además, en el hecho de ser parte de la gestión de YPF se mezcla el armado de la política energética con el cobro de honorarios y bonos de la petrolera, que anualmente aprueba la asamblea. Están de los dos lados del mostrador”, explicó Claudio Molina, director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno.
“Hay intereses muy fuertes de intermediarios que cobran comisiones formales por la importación de combustibles, que sumado a la desgravación de los combustibles importados, establecidas por la Ley de Presupuesto Nacional 2014, hace que a las compañías petroleras les resulte más económico importar que sustituir con biocombustibles”, añadió Molina.
Desde el año pasado el gobierno nacional habilitó la importación de gasoil libre del 41% de impuestos específicos. Ese beneficio al sector petrolero –además de generar un agravamiento de la sangría de divisas vigente en la actual coyuntura– deja fuera de competencia al biodiesel local que sí debe pagar tales impuestos (¡biodiesel producido con aceite de soja y trabajo argentino!).
Patagonía Bioenergía es una de las grandes empresas del sector integradas en Carbio. Por su parte las Pymes elaboradoras de biodiesel, que actualmente concentran la mayor parte del cupo interno del biocombustible, están nucleadas en Cepreb.