Carne

Las subas tienen varias causas

Lluvias, devaluación y regreso de las vacaciones inciden en los precios de la hacienda

7 Feb 2014

Se trata de la combinación de varios factores, algunos coyunturales y otros más estructurales.

Por el lado de la oferta, se da la confusa combinación de una parte del país que todavía expulsa hacienda (en el estado en que esté) a causa de la seca, y de otra gran parte del país, que restringe la oferta de ganado a causa de lluvias, que en algunas zonas ya llevan dos semanas casi sin interrupciones.

En enero, la faena habría sido igual a la de igual mes del año pasado, registrándose en los últimos dos meses un amesetamiento de la matanza, dentro de altos niveles, más propios de un período de moderada liquidación, que de un período de equilibrio o retención.

A principios de febrero empieza a observarse que la proporción de gordo liviano bien terminado proveniente del feedlot disminuye semana a semana, y aumenta la participación en las entradas de las vacas y de ganado pastoril de pobre terminación.

Las olas de calor que se dieron entre el 10 de diciembre y el 20 de enero desmerecieron el estado de muchos lotes de ganado pastoril próximo a su terminación, que deben ser vendidos de todos modos a causa de la seca.

Lo bueno, de rendimiento probado, se va reduciendo semana a semana, conforme el feedlot –que no repone desde agosto– ha comenzado a reducir sus envíos a faena, como sucede todos los años.

La oferta ganadera podría ser mayor, pero muchos ganaderos, ante la falta de un precio cierto, van posponiendo la venta; sucede siempre en momentos de extrema incertidumbre económica como el actual.

A la devaluación, las lluvias y la aceleración de la inflación se le agrega ahora los primeros síntomas del efecto “marzo”, que combina una reducción de la disponibilidad de gordo liviano bueno proveniente de los corrales, con un aumento de la demanda por carne vacuna en las grandes ciudades, debido esto a la vuelta al hogar de millones de veraneantes.

De todos modos, más allá de las lluvias y de la reducida oferta que se dio en directo por varios días en las últimas semanas, la tendencia de la oferta es a normalizarse, pero con poco gordo bueno, el cual sube y arrastra todo lo demás, y mucha hacienda pobre de terminación, o en el caso de la vaca, con mucha conserva o manufactura.

Subas

El precio del novillo en Liniers, que en noviembre habría subido un 15 por ciento, manteniendo esa mejora en diciembre, entre principio de enero y principios de febrero agrega otro salto del 28 por ciento, acumulando una suba en tres meses del orden del 43 por ciento, por encima de la devaluación, y por encima –por ahora– de la inflación, que se calcula para este último trimestre no inferior al 15 por ciento.

Hay que destacar que los efectos de la inflación se seguirán sintiendo en febrero y marzo, período en el que se terminará de medir estadísticamente los efectos de la devaluación de enero.

En cuanto a los insumos ganaderos, hoy se puede estimar que han subido desde noviembre entre un 5 y un 20 por ciento, debiéndose esperar unas semanas para saber cuál será la magnitud de la suba de los salarios y de los impuestos (provinciales y municipales) para hacer una correcta evaluación acerca de cuál es el avance en términos reales del precio del novillo.

A primera vista, parecería que el valor de la hacienda estaría superando a la desvalorización del peso y al mayor valor de los insumos, pero habrá que esperar para saber si hay alguna mejora de importancia en términos reales.