La producción de maíz estancada en la Argentina
Los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) advirtieron ayer que en los últimos años se nota en la Argentina una tendencia al estancamiento de la producción de maíz, a pesar de que la demanda internacional muestra un comportamiento vigoroso
De acuerdo con el análisis, "durante la década del 90 y principios de 2000, la relación de área sembrada entre la soja y el maíz era de 2 a 1. Hoy se observa que la brecha se está ensanchando en detrimento del maíz a una proporción de 4,5 a 1. Es una situación no sostenible en el largo plazo para nuestros planteos agrícolas".
"No se puede concebir una agricultura sostenible en la Argentina sin la fuerte presencia del cultivo de maíz en nuestras regiones productivas", alertaron técnicos de CREA en un informe. Aclararon que "conscientes de que nuestro cultivo estrella es la soja, y convencidos de que la combinación maíz-soja es una sociedad que apuntala la sostenibilidad de nuestros planteos, los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola consideran fundamental analizar qué está frenando el desarrollo del cereal".
"En los últimos años, en la Argentina se nota una tendencia al estancamiento de la producción global de maíz, a pesar de que la demanda internacional muestra un comportamiento vigoroso", señalaron.
El cultivo de maíz cuenta con el conocimiento necesario en todos los eslabones de la cadena como para revertir el proceso de estancamiento sin necesidad de intervenciones o políticas activas, señalaron los especialistas.
Para CREA, "con sólo dejar fluir los mercados, así como las fuertes inversiones en investigación y desarrollo que se vienen realizando, y contando con un sistema impositivo que no grave en función de la producción sino de la renta, se podría cambiar esta tendencia que viene acentuándose año tras año".
En la última década, evaluaron los analistas, la Argentina "está perdiendo lugares de importancia en los mercados internacionales de maíz en grano y de productos derivados, por ejemplo, carnes.
"Con frustración vemos cómo se escapa una gran oportunidad para generar riqueza y empleo, mientras nuestros competidores -por ejemplo Brasil y Ucrania- ocupan los lugares que dejamos vacíos", expresaron.
Durante los últimos 20 años, los rendimientos de maíz han crecido en la Argentina a un ritmo sostenido del 2,7% anual acumulado y superaron a la soja, al trigo y al girasol, lo que coloca a este cereal en una posición inmejorable desde el punto de vista de conocimiento técnico en la Argentina.
"Ninguna de estas mejoras en eficiencia productiva se dan por sí mismas. Todo lo contrario: la inversión en investigación, mejoramiento genético y biotecnología a nivel nacional es la que apuntala las tecnologías y las pone a disposición de los productores", dijeron.
Por lo tanto, aclararon que contar con empresas que apuesten a mejorar los paquetes tecnológicos adaptados a cada zona en particular no puede ser reemplazado por la investigación y la inversión fuera del país.