EEUU

Cosecha histórica de maíz

Los Estados Unidos están frente a una cosecha de maíz histórica y el mercado granario se está moviendo al compás de la abundancia del cereal

1 Oct 2013

Durante gran parte de los últimos seis años, los mercados globales de granos han ido sacudiéndose de crisis en crisis, manteniendo los inventarios bajos y los precios de los alimentos altos. Ahora, cuando las máquinas se preparan a lo largo de la región central de Estados Unidos para recoger la mayor cosecha de maíz en la historia del país, parece inminente un cambio de escenario, uno que podría transformar al mercado.

Ya no habrá un constante temor a la escasez impulsando los precios, y en cambio habrá operadores luchando por una participación de mercado en lugar de competir por suministros.

Sin embargo, los expertos advierten que aún falta camino por recorrer. Se necesita al menos un ciclo global adicional libre de problemas para dejar en el olvido los últimos años de precios de los alimentos alarmantemente altos. Los inventarios globales, aunque se están recuperando, aún están lejos de cubrir los 80 días de demanda que mantienen el pánico bajo control. Su principal preocupación es que la demanda podría acelerarse ahora que los precios del maíz y el trigo han caído casi un 50 por ciento. En tanto, los precios todavía elevados de productos como fertilizantes, semillas y combustibles podrían diluir el entusiasmo de algunos agricultores para mantener la producción a toda marcha.

"Aún no estamos totalmente fuera de peligro", dijo John Baize, presidente de John C. Baize y Asociados, consultora de política y comercio agrícola internacional. "Estamos llegando a un punto en el que debemos tener grandes cosechas casi todos los años o tenemos problemas, porque la demanda está creciendo muy rápido", agregó.

La abundante cosecha en Estados Unidos este otoño boreal sigue a enormes cosechas en otras regiones productoras y exportadoras clave del mundo -entre ellas Sudamérica y el mar Negro- que se recuperaron tras sequías severas que golpearon a los mercados internacionales y causaron disturbios en varios países que dependen de las importaciones. El propio Estados Unidos viene de padecer hace un año su peor sequía desde la década del 30.

Para los operadores de granos los datos brindados ayer por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) ya son noticia vieja y su atención estará puesta en las proyecciones de que las mayores cosechas globales históricas de maíz, soja y trigo resultarán en significativos avances para los inventarios de final de temporada el próximo año.

Los inventarios de soja muestran mejores cifras, porque pese a una cosecha menor a la esperada en Estados Unidos hubo una récord en Sudamérica. Los inventarios globales para fin del año comercial 2013/14 se proyectan en un suministro de 69 días considerando el uso interno y las exportaciones, de acuerdo con datos del USDA.

En los últimos cinco años los inventarios de final de temporada promediaron poco menos de 64 días. En tanto, los inventarios mundiales de maíz disminuirían a un suministro para poco más de 53 días al final de la actual temporada, casi sin cambios en comparación con su promedio de cinco años, mientras que los de trigo estarían 10 días por debajo al promedio de cinco años, en unos 75 días.

Lejos de la seguridad

A pesar de los incrementos, los inventarios todavía están lejos de lo que podría ser considerado un nivel "cómodo" según criterios históricos, dijo Ashmead Pringle, presidente de Greenhaven Group. Sólo cuando los inventarios alcancen el equivalente a un 20 a el 25 por ciento de la demanda global anual -una reserva de al menos 80 días- los consumidores podrán estar tranquilos.

"Necesitamos verdaderamente tener al menos otro año bueno para estar un poco más cómodos con el suministro", dijo el economista jefe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Abdolreza Abbassian. "Si por alguna razón u otra China no produce una cosecha récord y el suministro de otros exportadores importantes no es tan buena como este año, inmediatamente volveremos a la situación turbulenta que tuvimos en los últimos años", explicó Abbassian.

La mayoría de los importadores globales de granos están más relajados ahora que en cualquier otro momento de al menos los últimos tres años. En ese periodo hubo una sequía en Estados Unidos que redujo las exportaciones de maíz del principal proveedor mundial a un mínimo en 37 años, y Rusia sufrió su mayor sequía en un siglo que suspendió las exportaciones durante casi un año.

Los importadores están pasando gradualmente de estrategias de compra para el corto plazo a pensar en contratos a futuro mientras los precios del maíz, el trigo y la soja caen desde máximos casi históricos a pisos de varios años a medida que se acerca la cosecha en Estados Unidos. "Pasamos los últimos tres años en un escenario de precios altos y ahora estamos viendo el impacto que un entorno de precios estables bajos puede tener en nuestra industria", resumió un veterano exportador estadounidense de granos