Tucumán

Cañeros recibirán $60 millones para financiar la zafra azucarera

Desde esa provincia culpan a los supermercados que no trasladaron la baja de los precios que sufrió el productor al consumidor

11 Sep 2013

En el marco del Fidecomiso Bicentenario 2016, la provincia de Tucumán recibió 30 millones de pesos para financiar la zafra y la comercialización a los productores de caña de azúcar. Todavía faltan remitirse otros 30 millones prometidos por la presidenta durante la conmemoración del día de la independencia el pasado 9 de julio.

En las últimas semanas la legislatura tucumana sancionó la Ley N° 8598 por la cual se crea el Programa “Fondo Bicentenario 2016” destinado a pequeños productores cañeros de la provincia. Además aprobó dos convenios firmados entre el Ministerio de Agricultura nacional y la cartera local. 
Dicho programa, que por convenio ya tiene asignados $20 millones, consiste en la compra del azúcar que corresponde a la participación por la entrega de su caña bajo el sistema de maquila, a un precio de referencia, y su posterior venta.

Además se aprobó otro convenio por el cual se asiste financieramente a los productores en las operaciones de cosecha y flete por un total de 10 millones de pesos. Ese monto ya se puso a disposición de los productores a través de un fondo rotatorio y de aportes no reintegrables.

A los productores de menor escala los gastos de cosecha y flete les insumieron casi todo el ingreso, sumado a los kilos de azúcar (a precio deprimido) que deben entregar por tonelada de caña pactados en los contratos de maquila.

En diálogo con El Enfiteuta, el titular de la Unión de Cañeros Independientes de Tucumán (UCIT) Sergio H. Fara señaló un leve repunte del precio de la bolsa de azúcar.

Si bien aseveró que el paliativo llegó con demoras, el precio está en alza producto del cumplimiento de la exportación de excedentes. Esta fue una medida impulsada por el Instituto de Promoción del Azúcar y el Alcohol (IPAAT), creado en el marco de la Ley del Azúcar sancionada en febrero de este año.

A este régimen de cupos de exportación obligatorios se suman las pésimas condiciones climáticas que afectaron al cultivo de caña. Primero la sequía y luego las heladas, más la reciente quema de cañaverales, impactaron seriamente en los rendimientos. Esta situación, paradójicamente, ayudó a bajar un poco la oferta en el mercado y recuperar los precios.

Según Fara, el precio que se encuentra hoy en 160 pesos por bolsa de 50kg, debería llegar a 220 pesos como hace unos años. “A pesar de que el precio percibido por el productor se deprimió, no se reflejó en el precio de góndola que paga el consumidor final”, aclaró.

Ello se debió a una jugada malintencionada de los supermercadistas, según relata, quienes estimaron bajos stocks de azúcar para que desde la Secretaría de Comercio Interior se prohíba la exportación y se acumulen mayores stocks.

Así y todo, los ingenios también se vieron beneficiados por las operaciones a un precio más alto que en el mercado externo. Ante la sobreoferta interna, los perjudicados resultaron los extremos de la cadena: los productores y los consumidores.

Para los industriales vender en el mercado externo no es un gran negocio, dado que el precio que se paga es más bajo que en la plaza local, sumado a un dólar bajo. A través de la intervención del IPAAT, deben exportar obligatoriamente un porcentaje de lo producido.

Por último, el titular de la UCIT pidió al sector privado “trabajar a consciencia y dejar las mezquindades de lado para sacar a flote al sector” y al Estado “ser un fiel custodio de lo pactado entre las partes privadas”.