Siguen cerrando frigoríficos
El sindicato de la carne de Buenos Aires denunció la pérdida del 60% de las plantas y de más de 21.000 puestos en cinco años. Más de 34 firmas reciben subsidios para sueldos
El cierre anunciado la semana pasada por parte del mayor frigorífico de La Pampa, Carnes Pampeanas, se suma a una cadena de bajas en el sector de la industria de la carne que promete seguir dando malas noticias en el futuro cercano.
Según el sindicato Sicgba, que representa a trabajadores de la industria de la carne y sus derivados en la Provincia de Buenos Aires, la cantidad de frigoríficos listados por Senasa cayó un 63% en los últimos cinco años y más plantas trabajan por debajo de la línea de rentabilidad. De las 185 plantas que figuran en los registros de Senasa, sólo 55 trabajaron por encima del margen de rentabilidad en 2011, según indicó el titular de Sicgba, Silvio Etchehún. El cálculo se basa en un margen mínimo de faena de 4,500 cabezas mensuales. En esta lista de “privilegiadas” se encuentran las plantas de Quickfood, frigorífico Rioplatense, Ecocarnes, Friar, Velsud, Coto, La Huella, Estancias del Sur, Arre Beef y Best Beef, entre otras.
En el otro extremo se encuentran siete plantas que están suspendidas según los registros de 2011, y otras 26 plantas que, sin estar suspendidas, tuvieron faena cero el año pasado. Entre ellas se cuentan las que dejó de operar el grupo brasileño JBS y que aún buscan dueño y las plantas inactivas de la empresa nacional Mattievich. En buena parte de las empresas con problemas, el Estado Nacional, las provincias y los municipios están invirtiendo recursos.
La presidenta Cristina Fernández anunció la semana pasada, en medio del paro camionero, que están siendo asistidos a través del programa Repro (Recuperación Productiva) unos 2.769 trabajadores de 34 frigoríficos. Estos trabajadores cobran entre $ 800 y $ 1.200 mensuales y, según Sicgba, deben buscar alternativas en el trabajo informal. Otra buena parte de los trabajadores de las plantas que no llegan a superar el margen de rentabilidad cobran $ 2.400 mensuales en concepto de garantía horaria. En esta situación estaban, por ejemplo, los 245 trabajadores de Carnes Pampeanas, hasta el cierre de la planta.
En medio del temporal, dos empresas recuperadas anunciaron que comenzarán a operar en los próximos meses.
La planta marplatense Sadowa, listada por Senasa entre las empresas sin operaciones, fue reabierta oficialmente el viernes como Cooperativa de Trabajo Frigorífico Recuperar (Frigore), según anunció la prensa local.
Al mismo tiempo, el frigorífico entrerriano San José, que cerró JBS (dueño de Swift en la Argentina) planea reabrir en julio. La planta fue transferida a la empresa estatal Procesadora Ganadera Entrerriana, una sociedad anónima que es 85% del Estado provincial y 15% de la cooperativa de productores del Montiel y empresarios ganaderos y avícolas. La planta fue adquirida con un crédito del gobierno nacional por $ 70 millones.