Efecto colateral
Peso de faena: por el desmantelamiento de la industria frigorífica se dejó de producir un volumen equivalente a la mitad de las exportaciones
El desmantelamiento de la industria exportadorade productos cárnicos bovinos generó un crecimiento desmedido de la faena de animales livianos. El resultado: una pérdida productiva –completamente evitable– equivalente a tres meses de exportaciones argentinas.
El peso promedio de faena en el primer semestre de 2013 fue de 221,7 kilos en gancho versus 224,7 kilos en 2012 y 227,6 kilos en 2011, según datos del Ipcva.
En los primeros seis meses de 2013 se faenaron 6,22 millones de cabezas. Si este año se hubiese mantenido el mismo peso de faena que el correspondiente al año 2011, entonces se habrían producido más de 36.000 kilogramos en gancho adicionales (equivalentes a unos 26.000 kilos peso producto).
Si tenemos en cuenta que las exportaciones argentinas de cortes frescos bovinos en el primer semestre de 2013 fueron de 48.608 kilos –según datos del Senasa– entonces puede advertirse que esos 5,9 kilos que se dejaron de producir (2013 versus 2011) son equivalentes a más de la mitad del volumen exportado en enero-junio de este año.
“De todos modos, los 227,6 kilos que se lograron en 2011 siguen siendo valores bajos a nuestro criterio”, indicó un informe elaborado por el analista ganadero de la consultora Globaltecnos Nicolás Udaquiola. “En Uruguay, país con mucho menor stock bovino que el de Argentina pero con exportaciones superiores, el peso de faena promedio es de 250 kilos por res, lo que indica una mayor eficiencia de kilos producidos por animal”, añadió.
Los frigoríficos sobrevivientes del desastre ganadero se concentraron en el mercado interno, el cual consume animales livianos al no disponer –entre otros motivos– de tecnología orientada a “madurar” la carne para desarrollar un alimento con mejor sabor y terneza (tecnología que sí cuentan –o contaban– los frigoríficos exportadores, los cuales priorizan la compra de vacunos pesados).
“La participación en la faena de animales gordos tiene un quiebre coincidente con el inicio de políticas que afectaron principalmente a la exportación (2006), manifestándose desde entonces un incremento en la participación de animales livianos”, señaló Udaquiola.