Mercados granarios

Preveen fuerte baja

La apreciación del dólar y el alza de tasas en EE.UU. harían caer el superávit comercial argentino; una eventual mejor cosecha norteamericana afecta los valores a futuro

27 Jul 2013

Los cambios anunciados en la política monetaria de Estados Unidos podrían provocar un desplome en el precio de la soja, que en los últimos días ya mostró una baja pronunciada ante la previsión de una buena cosecha en ese país. Así, el superávit comercial, que el Gobierno ha venido defendiendo afanosamente en los últimos meses a través de medidas para restringir las importaciones y que constituye la única fuente de divisas para la Argentina, podría verse fuertemente golpeado.

 

En las últimas semanas, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) dejó entrever su intención de limitar las medidas expansivas que aplicó en los últimos años para alentar el crecimiento económico. La posibilidad de que la primera economía mundial empiece a ajustar su política monetaria, que ubicó a las tasas de interés de largo plazo en mínimos históricos, ya mostró sus primeros efectos nocivos para la Argentina en las últimas semanas, cuando varios de sus principales socios comerciales, entre ellos Brasil, registraron una depreciación en sus monedas, lo que impactó en el tipo de cambio real, es decir, encareció a los productos nacionales frente a los de sus socios.

 

Un estudio de la consultora Elypsis, sin embargo, destaca otro efecto sobre las exportaciones: "El impacto del esperable ciclo de reversión de tasas en los Estados Unidos operaría no sólo a través de la apreciación del dólar [o de su efecto desacelerador de la economía global], sino por su efecto bajista sobre las commodities [entre ellas, la soja y sus derivados]".

 

Según las estimaciones de Elypsis, una suba de 1% en la tasa a 10 años en Estados Unidos provocaría una baja de 6% en el precio de la soja en el corto plazo y de 4% en el largo plazo. A esto se suma que por cada 1% que se aprecie el dólar el precio de la soja registraría una baja adicional de 1,25% en el corto plazo y de 1,93% en el largo. De este modo, la consultora estima que si las tasas de interés de largo plazo se ubican en 3,5% y el dólar se aprecia 10%, el precio de la soja -asumiendo un equilibrio constante entre oferta y demanda- podría bajar alrededor de 30 por ciento.

 

"Las consecuencias de una caída tan pronunciada en el precio de la soja no deben subestimarse", dice el informe, que añade que, "asumiendo una variación similar en el precio del resto de los cereales y oleaginosas, y sin considerar otros impactos de segunda ronda sobre el nivel de actividad", las exportaciones podrían contraerse en US$ 9500 millones, es decir, el 76% del superávit comercial que se registró en 2012 y casi el doble del que se acumuló en los primeros seis meses de este año.

 

El economista jefe del Ieral (Fundación Mediterránea), Jorge Vasconcelos, coincidió en que "si el dólar se fortalece, afecta negativamente al precio de las commodities y si suben las tasas de interés, se contrae la demanda". Pero él destacó que, más allá de esos factores derivados de la política monetaria norteamericana, "los mercados futuros están marcando claramente una baja en el precio de la soja en la medida en que la cosecha en Estados Unidos sea tan positiva como se espera".

 

El jueves, el precio de la soja en el mercado de Chicago en los contratos para agosto de 2013 perforó el piso de US$ 500 por tonelada (más información en la página 5). En los contratos para agosto de 2014, el precio cayó por debajo de los 450 dólares.

 

Si bien Vasconcelos señaló que hay que esperar un par de semanas para saber con más certeza cómo afectará al precio de la soja la cosecha en Estados Unidos, añadió: "Si el precio baja 15 por ciento, como hoy anticipan los mercados de futuros, las exportaciones de la Argentina en 2014 podrían ser menores que las de 2013 y en un contexto de caída de reservas esto hace presumir más restricciones a las importaciones y, consecuentemente, problemas para la actividad por falta de insumos y bienes de capital importados".

 

En ese contexto, resaltó: "Para el mediano y largo plazo, la Argentina va a tener que pensar en «descommoditizar» su pauta exportadora, porque lo más probable es que el precio de la soja esté por debajo de los picos de los últimos años".

 

El informe de Elypsis señala que la baja esperada en el precio de la soja por los cambios en la política monetaria de Estados Unidos también generaría una caída de 2% en los ingresos tributarios en la Argentina, como consecuencia de una menor recaudación de derechos de exportación y añade que si esa baja "se compensara con financiamiento inflacionario, equivaldría a una expansión adicional del 5,5% de la base monetaria".

 

Además, como resaltó el economista jefe de Elypsis, Luciano Cohan, la depreciación frente al dólar de las monedas de los principales socios comerciales de la Argentina podría inducir al Gobierno a acelerar el ritmo de devaluación para evitar una pérdida de competitividad cambiaria. Sin embargo, una mayor devaluación también aumenta las presiones inflacionarias.