Santa Fe pedirá que intervenga la Justicia Federal por el avance del fuego en el Paraná,
Los faros de conservación instalados en la zona de las islas registraron más de 30 focos ígneos entre martes y miércoles, una cantidad muy elevada en solo 24 horas,
Durante las últimas semanas, los focos de incendio en el Delta del río Paraná no pararon de expandirse. El fin de semana Rosario se vio invadida por una capa de humo que se mantuvo de manera permanente. Ahora, los Faros de Conservación detectaron numerosos focos de incendios. Frente a dicha situación, el Gobierno de Santa Fe acudirá a la Justicia Federal de Paraná para que inicie una investigación.
Bomberos Voluntarios y personal de Defensa Civil trabajan a contrarreloj debido al avance del fuego en el Delta. La situación resulta alarmante debido a que la problemática inició meses atrás y solo con los incendios de este fin de semana y el lunes, se detectaron más de 2.400 hectáreas.
El panorama no resulta alentador dado que el reporte trimestral de los Faros de Conservación, indicó que aumentaron las alertas emitidas. De 181 en mayo a 269 en junio, y 237 en lo que va de julio. Es decir, que se multiplicaron las incidencias de focos ígneos en Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires.
Por tal motivo, la ministra de Ambiente y Cambio Climático de Santa Fe, Erika Gonnet informó que hará una presentación ante el Juzgado Federal de Paraná para que se inicie una investigación en relación al origen de los focos ígneos.
La funcionaria aseguró que aportará datos como "la localización de los lugares donde están las quemas y que son de jurisdicción de Entre Ríos" y datos con "información georreferenciada", según reflejó el portal Ciudadano Web. De ese modo, pedirá que se investiguen posibles quemas ilegales.
Bomberos locales responden al incendio en una casa luego de paso de la tormenta Delta en Luisiana, Estados Unidos. Octubre 11, 2020. REUTERS/Adrees Latif
Más allá del pedido, Gonnet aseguró que mantiene una permanente interacción con el Gobierno de Entre Ríos, con quien "tenemos los faros de conservación". De hecho, dicho sistema les permitió identificar que ya son más de dos mil las hectáreas que se están quemando frente al Gran Rosario. Es decir, un número que se suma a las 60 mil hectáreas que fueron afectadas en lo que va del año.
En los últimos meses, los incendios avanzan de manera constante y en distintos puntos del Delta del Paraná. Dicha situación más la bajante del río y la sequía en la zona, genera un daño grave al ecosistema de la región. De hecho, distintas organizaciones ambientalistas aseguran que se necesitarán varias décadas para recuperar la flora y fauna que la caracterizaba.
Más allá de que existen condiciones climatológicas y ambientales que hacen propensos los incendios, desde el Gobierno de Santa Fe se busca intensificar la investigación bajo la hipótesis de "si los dueños de tierras arrasadas son los mismos responsables de iniciar los focos con el fin de allanar el terreno para la cría de ganados", informó Télam.
Más allá del pedido de investigación que el Gobierno hará a la Justicia Federal, el director del Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Matías De Bueno planteó a medios locales que es necesaria la intervención de la Corte Suprema de Justicia de la Nación debido a la falta de soluciones a la permanente quema en los humedales.
A su vez, detalló que frente a los incendios existen dos líneas de trabajo; una vinculada a combatir el fuego y otra a las políticas ambientales para resolver el problema de fondo. De esa manera, el director remarcó la necesidad de una mayor intervención para proteger el medio ambiente.
En las zonas afectadas trabajan dos helicópteros, un avión hidrante y un avión observador, además los brigadistas sostienen el peligro que representan los focos de incendios y recomendaron a la población no acercarse para intentar apagarlos por cuenta propia.
Actualmente funciona las 24 horas el Sistema de Monitoreo y Alerta Temprana de Incendios del Ministerio de Ambiente de la Nación. El mismo está integrado por torres de entre 30 y 40 metros de altura con cámaras que detectan el humo y calor. Por medio de un software se detectan y localizan los focos de incendio, y dicha información es reenviada a las jurisdicciones correspondientes. De ese modo, se puede trabajar en una rápida extinción.