Freno a la importación amenaza la industria de alimentos balanceados
Insumos clave como complejos vitamínicos y aditivos para elaborar alimentos de mascotas y animales para consumo quedan en la Aduana. Temen freno a la producción
Las restricciones a las importaciones argentinas que entraron en vigencia en febrero pasado, amenazan a la industria de los alimentos balanceados, que tienen dos grandes ramas: las mascotas y los animales para el consumo de la mesa de los argentinos y la exportación.
Si bien el país cuenta con insumos básicos para elaborar estos alimentos, que son a base de soja y maíz, hay un alto porcentaje de insumos importados incluidos en las mezclas que no están pudiendo ingresar al país, poniendo en alerta a las empresas elaboradoras.
Se trata de aditivos, núcleos vitamínicos, minerales, enzimas y demás componentes, que son micro y macro ingredientes de las premezclas nutritivas.
Según datos de la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal (Caena), se consumen en el país unos 14 millones de toneladas de alimento balanceado. El mercado, por su parte, mueve $ 10.300 millones anuales, de los cuales $ 6.900 millones corresponden a alimentación para animales de producción, en tanto que el rubro mascotas aporta otros
$ 3.400 millones.
El sector produce complementos nutricionales para la producción bovina en los feedlots, la actividad avícola, que viene en franco crecimiento, el rubro porcino, equinos y de vacas lecheras, entre otros.
Fuentes de la industria, que pidieron mantener el anonimato, contaron que, en febrero, cuando recién se implementaron las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI), costó hacer ingresar bienes que no se producen en el país y otros cuyas existencias locales son insuficientes para abastecer a la producción o no cumplen con los requisitos nutricionales planteados por las industrias elaboradoras de balanceados.
En marzo, abril y mayo la situación se regularizó, contó la misma fuente, pero, en junio volvieron todas las declaraciones sistemáticamente observadas, demorando todos los ingresos.
Algunos (insumos), a la larga, terminan pudiendo ingresar, pero no en la cantidad suficiente para toda la industria, indicaron desde el sector. Hay empresas que están muy justas de stock, y otras plantas han amortiguado el ritmo de su producción por no conseguir insumos. Si bien el sector aún no reporta suspensiones totales de su actividad, la preocupación crece.
En caso de no contar con estos insumos, vamos a perder eficiencia en la producción y la consecuencia de esto en el mediano plazo va a ser una pérdida de rentabilidad para las empresas, que va a incrementar los costos, indicó otra fuente que pidió no ser reconocida, que agregó que le preocupan también los gastos de tener mercadería parada por la aduana.