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Escándalo con periodistas en la legislatura provincial

El vicegobernador ordenó que cambien la ubicación de los periodistas que se situaban detrás del bloque oficialista, desde donde fotografiaron a Ottavis chateando sobre supuestos sobornos. Al mediodía debieron dar marcha atrás con la medida.

14 Jun 2012

Por una resolución  del Senado que no alcanzó a ver la luz, esta mañana, antes de la sesión parlamentaria,  el palco de periodistas del Senado bonaerense permaneció clausurado como acto previo al traslado del lugar  para evitar la ubicación de los cronistas detrás del bloque oficialista del Frente para la Victoria y, de paso, impedir la filtración de algún reportero gráfico que pudiera registrar secuencias gravosas como los mensajes entre el Vicepresidente de la Cámara de Diputados, José Ottavis, y miembros de su bancada, por supuestas coimas en la aprobación de la Reforma Impositiva en la Provincia.

Media hora antes del comienzo, los representantes de varios medios locales y nacionales fueron ubicados frente al bloque FPV y detrás de las butacas de la UCR y PRO-Peronismo.

El síndrome Ottavis provocó este movimiento inusual. ¿Quién dió la orden?. Según explicaron en los pasillos, el responsable habría sido el senador Santiago Carreras, integrante de La Cámpora y aliado del vicepresidente de Diputados.

Los periodistas parlamentarios reclamaron por la "mudanza", pero además por las incomodidades y la falta de elementos para trabajar en el nuevo espacio. También porque quedaban lejos de la puerta de egreso del recinto, salida obligada de los legisladores.

El palco de periodistas del Senado de la Provincia de Buenos Aires siempre estuvo en el mismo lugar, en el primer piso, contiguo a la escalera a "tiro de lazo" con los legisladores. Está allí, precisamente, para acceder a los senadores.

Con el cambio, según los cronistas, quedaban "encerrados" en un corralito periodístico.  Demasiado bochinche político para los nervios del vicegobernador Gabriel Mariotto, quien al mediodía ordenó reabrir la parte de las bandejas históricas destinadas al periodismo.

Ese dispositivo en el Palacio Legislativo funciona desde hace exactamente 123 años. Claro está, en todo ese tiempo las lentes fotográficas no tenían altísima definición y los legisladores pasaban mensajes por papelitos, en lugar de los modernos y comprometedores teléfonos celulares.