Economía

No hace cáscara: la difícil campaña que afronta el maní por la sequía

La sequía le pegó al maní y lo dejó con dudas en cantidad y calidad. Los resultados que aporta la actual campaña generan incertidumbre comercial.

6 Abr 2018

La única certeza que tienen los productores, profesionales y empresas vinculados al maní es que nada será como el año pasado. Calcular la caída en los volúmenes y calidad del grano en la actual cosecha es un ejercicio al que casi nadie quiere asomarse todavía.

La histórica sequía que alcanzó a toda el área manisera dejó un mosaico diverso, en el que conviven cuadros muy distintos y no se sabe a ciencia cierta cuál será el impacto final por la falta de agua.

De arranque, hay quienes sostienen que debe hacerse un replanteo de costos, apuntando principalmente a los alquileres, una de las variables que más impactan. Y el otro tema muy delicado será si podrá llegarse a cumplir con los compromisos en volumen y calidad preexistentes, especialmente con Europa.

Hoy Argentina, uno de los principales exportadores mundiales de maní, está retirado del mercado internacional para nuevos negocios. Porque no tiene elementos claros sobre qué tendrá para ofrecer en cantidad y calidad.

En el Octavo Circuito del Maní que tuvo lugar en General Deheza se dio una situación que, en principio, parecía paradójica. En el año de la mayor sequía, fue récord la cantidad de asistentes, con más de 750 personas. Los organizadores, que en un momento hasta dudaron de realizar el evento este año, no dejaban de sorprenderse.

Paradoja

Alberto Moressi, presidente del Centro de Ingenieros Agrónomos de General Cabrera y zona, se manifestó entre las dudas y la preocupación que viene arrastrando las complicadas condiciones en muchas zonas.

"Es muy difícil cuantificar hoy lo que va terminar siendo, porque hay un mosaico muy variado. Zonas que están mejor por suelos que almacenaron más agua, las napas estaban más arriba y ayudaron. Otras, donde llovió mejor. En general no va a ser fácil. Las pérdidas serán importantes", describió.

Este era un año que se avizoraba bueno y por eso se mantuvieron las hectáreas sembradas en los anteriores. Pero las escasas precipitaciones llevaron a que los lotes entregaran rendimientos muy bajos y de dudosa calidad, según las evaluaciones a campo.

La última lluvia en General Deheza había sido en Navidad, lo que grafica la situación. Hay lugares donde el piso está tan seco y duro que ni siquiera se puede enterrar la reja para arrancar el maní.

Encima, propio de años muy secos, se empiezan a advertir problemas de sanidad con mucha presencia de aflatoxina, algo que se temía podía ocurrir al no contar con agua suficiente al momento del llenado del grano.

Cambios

El crecimiento que tuvo el sector en los últimos 10 años enterró temas de los que ya nos se hablaba, como refinanciación de deudas. Ante un evento climático inesperado, por el que muchos perdieron cosechas de soja y maíz y van a tener rendimientos de maní muy por debajo de los esperables, entra un combo complicado, analizó desde la Cámara del Maní, Javier Martinetto.

La esperanza puesta en un rebote del precio del grano, como pasó en otros cultivos, y cubrir de esa manera la brecha del menor rendimiento, tiene algunos matices en contra. Hay una sobreoferta mundial por las altas producciones de Estados Unidos y de Brasil. "Estamos insertos en un esquema global, no somos los únicos que definimos los precios", advirtió.

Solamente aquel mercado que prefiere maní argentino puede levantar un poco el precio, pero allí también entrarán a jugar los parámetros de calidad.

Todas las empresas hacen ventas anticipadas y se vuelve importante saber hasta qué punto está vendida esta cosecha, para magnificar los problemas comerciales.

"Tendremos un porcentaje de la cosecha que no los va a poder cumplir", avizoró Ricardo Díaz, presidente de la Fundación Maní Argentino.

¿Achique?

Toda esta situación viene a plantear tal vez un nuevo escenarios a futuro y lo más afectado podría ser la cantidad de hectáreas que se sembrarán la próxima campaña.

"Hay que bajar los costos de producción. No es sustentable de esta manera. Las empresas vamos a replantearnos para llevar un cosecha más tranquila", analizó Guillermo Cavigliasso, de la firma Prodeman.

Consideró que la variable que más impacta hoy en las empresas es el alquiler. "Los dueños de campo tiene que saber que lo sustentable del negocio a largo plazo es que todos podamos convivir, ganando dinero en conjunto", dijo el empresario.

Córdoba concentra la producción y procesamiento del maní casi con exclusividad en el país. En años de extrema sequía, esa condición se vuelve una debilidad, porque deja muy pocas alternativas al cultivo para aprovechar otras zonas. Por eso fue bien visto el arribo de una empresa salteña que busca expandir el maní en el norte del país. "Salta es una provincia que tiene las condiciones de clima y suelo, pero el problema es logístico", dijo Díaz.

De todas maneras, el titular de la Fundación Maní Argentino apostó a diversificar las áreas de siembra. "La vulnerabilidad es más alta cuando se siembra en un solo lugar", sostuvo.