Clima

Preocupación por los rindes en maíz de primera por la falta de agua

La sequía ha lastimado los cultivos de maíz de nuestro país, poniendo en jaque a la producción.

12 Ene 2018

En un informe la Bolsa de Comercio de Rosario indicó que el clima seco ha impactado negativamente en la producción de maíz de nuestro país, haciendo disminuir -según el último informe mensual de GEA- el rendimiento esperado para la actual campaña a 73,5 quintales por hectárea, muy por debajo de los 80 quintales por hectárea de la campaña anterior.

Sucede que hace aproximadamente 15 días ocurrió el período de floración para la mayoría de los maíces de siembra temprana que se encuentran plantados en la región núcleo (norte de Buenos Aires, centro/sur de Santa Fe y sudeste de Córdoba). Las buenas condiciones climáticas en este período resultan imprescindibles ya que el mismo es crítico para el desarrollo de los cultivos.

La explicación de esto, en términos de fácil comprensión, es que durante el proceso de floración se desarrollan "flores macho" y "flores hembra", que posteriormente fecundan formando el maíz como todos lo conocemos. Desgraciadamente, el contexto fue de escasez de agua y elevadas temperaturas en la región, con lo cual se espera que los rendimientos para el cereal no sean muy alentadores en la actual campaña. En efecto, según el informe semanal de GEA publicado el 04/01, noviembre y diciembre dejaron una deuda de 100 mm respecto de los valores medios históricos.

Esta situación se ve reflejada en el gráfico a continuación, confeccionado por la Oficina de Riesgo Agropecuario del Ministerio de Agroindustria, donde puede apreciarse cómo gran parte de la región se encuentra bajo condiciones de sequía y reservas de agua insuficientes para el maíz de primera.

La buena noticia es que aún no se ha llegado al período de floración del maíz de siembra tardía, el cual tiene lugar aproximadamente en febrero. Para el mismo, el estado de las reservas hídricas resulta más adecuado ya que aún no se encuentra en su momento crítico, como puede vislumbrarse en la siguiente ilustración, también elaborada por la Oficina de Riesgo Agropecuario.

Se concluye que si bien hay mayor optimismo respecto al maíz tardío, las paupérrimas condiciones que atravesó el cereal de siembra temprana llevaron a que la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de nuestra institución disminuya sus previsiones para la producción nacional de maíz de 41,5 M de toneladas el mes pasado a 39,9 millones de toneladas en el informe publicado hace dos días, alegando que será el maíz de siembra tardía el responsable de que los guarismos no sigan empeorando, si las lluvias lo favorecen.

Por el lado de la demanda, la exportación se encuentra en niveles extraordinarios. En efecto, según datos del NABSA, entre el 10 y el 29 de enero está programada la embarcación de 1,15 millones de toneladas de maíz en puertos argentinos (el 78% de las cuales se cargarán en el Up River), esto es casi seis veces más que lo que se había declarado el año pasado para esta misma altura del mes, lo cual puede verse claramente reflejado en el gráfico a continuación.

En otro orden de ideas, si alejamos la lupa podemos ver que en el mundo el stock de maíz se encuentra muy holgado. En Brasil, por ejemplo, la agencia gubernamental Conab amplió sus previsiones para la cosecha del cereal a 92,3 millones de toneladas (cien mil toneladas más de lo que se proyectaba el mes pasado), que si bien es inferior a la producción récord de la campaña anterior, se encuentra muy por encima del promedio de los últimos 5 años. En tanto, los stocks finales de maíz en Estados Unidos (lo que "sobra" de cada campaña) se vienen apilando desde hace ya varios años y totalizaron -según datos del USDA- 58 millones de toneladas al finalizar la campaña 2016/2017, el valor más alto en 29 años.

Este contexto de amplias existencias a nivel internacional presiona los precios del maíz a la baja en la plaza internacional. En nuestro país, la reducción de la oferta generada por los problemas climáticos que ya hemos mencionado sumados a la fortaleza de la demanda de exportación han brindado un sostén adicional a los precios, aunque a largo plazo -que ésta pueda sostenerse- dependerá en gran medida de lo que ocurra en la plaza internacional, donde se destina una gran parte de nuestro grano.

El último gráfico muestra la situación actual de los precios para los futuros más cercanos de maíz en el Mercado a Término de Buenos Aires y en el Mercado de Futuros de Chicago, exhibiendo una prima a favor del cereal argentino en torno a los 14 dólares al cierre de la semana.

Como siempre, será la relación entre la oferta y la demanda la que en última instancia determine la evolución de los precios domésticos para el maíz. Jugará un papel clave el clima en el desarrollo del maíz tardío y habrá que continuar atento a la evolución de la demanda tanto para el consumo como para la exportación.