Informe CRA

La agricultura argentina es menos competitiva que la uruguaya

El informe advierte que las inversiones se orientan hacia el país vecino porque los productores cobran hasta un 30% más por cada tonelada producida

11 Feb 2013

Si hay algún factor económico que diferenciaba para mejor a la Argentina de los demás países de la región era la calidad de su tierra y su producción. En la zona núcleo argentina se obtenían, y se obtienen, mejores rindes que en la zona de mayor producción de los países vecinos. Sin embargo, la presión impositiva y una seguidilla de errores oficiales en la política agropecuaria hicieron que hoy la agricultura local sea menos competitiva que la de Uruguay, por ejemplo. En consecuencia, muchas inversiones que se deberían haber destinado para el desarrollo local, lo están haciendo en el vecino país.

Así lo advierte un trabajo de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), en el cual se asegura que la ventaja competitiva que significaba obtener mayores rindes en relación a los campos de uruguayos quedó opacada por la presión impositiva que se impuso sobre la actividad económica.

El trabajo de CRA muestra la diferencia de precios en lo que reciben los productores, pero también señala que la competitividad uruguaya sería mayor si se tuviera en cuenta en la ecuación la presión inflacionaria y la dolarización de los insumos.

Esta situación está haciendo que se estén redireccionando inversiones, advierte CRA.

Para la entidad, los productores locales no tienen mucha tradición de diversificar sus inversiones en otro país. No así las empresas agropecuarias que nacieron con la vocación de llevar adelante una internacionalización. Sin embargo, tanto unos como otros hoy han decidido invertir y apostar al crecimiento del país vecino, motivados por una política agropecuaria marcada por una distorsión de los precios y las retenciones a las exportaciones (trigo 23%, soja 35% y maíz 20%), revela el trabajo que fue difundido por el diario uruguayo El País.

Tras tantos errores profundizados en cuanto a política agropecuaria, reina la desconfianza ante las medidas o acciones que pueda llevar a cabo este gobierno. Y la desconfianza se da en la caída estrepitosa de la inversión extranjera, la fuga de depósitos y, por supuesto, en que productores o empresas del sector se vuelquen a la inversión en países como Uruguay donde las condiciones se dan dentro de un ambiente de previsibilidad de cara al futuro, manifestó el presidente de CRA, Rubén Ferrero.

Un ejemplo que grafica la diferencia de negocios entre ambos mercados es la disparidad de precios pagados a los productores agropecuarios durante los primeros días de febrero puesto en puerto en la Argentina y Uruguay. Mientras que la tonelada de soja producida en la Argentina se pagó al productor u$s 376, en el vecino país cobraron u$s 495 por la misma cantidad del mismo producto. En el caso del trigo, la cifra fue de u$s 247 en los puertos argentinos y de u$s 360 en Montevideo. En las exportaciones de maíz, la diferencia fue de u$s 111, ya que en la Argentina se pagó u$s 189 la tonelada mientras que en Uruguay, u$s 300.