Cebada forrajera

Primera variedad

La firma Sursem comenzará a vender su nuevo producto en 2013 y aspira a lograr un 20% del mercado local. Hoy el principal destino de la cebada es la cervecería

4 Dic 2012

La semillera argentina Sursem entra al mercado de cebada con el lanzamiento de una semilla en asociación con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) de Uruguay.

Se trata de la variedad Dorada 232, que la firma nacional pondrá en el mercado en 2013, y que cuenta con la genética del organismo uruguayo, con quien ya lleva 10 años trabajando en sociedad, en desarrollos ya lanzados para el mercado de trigo.

Con una inversión cercana al millón de dólares y ocho años de investigación, la nueva semilla de cebada estará disponible en 2013 en el mercado argentino, especialmente para multiplicadores, para tener 500.000 bolsas de semilla disponibles para los productores en 2014.

Dorada 232 es una semilla forrajera, es decir, diseñada para alimentación animal y no para la industria cervecera. La participación de la cebada forrajera dentro del total de la cebada del país es muy baja, pero desde Sursem anticipan que habrá nuevos lanzamientos de semillas de otras empresas en el corto plazo a partir del aumento de la demanda mundial.

Según explicó el director General de Sursem, Ricardo Reddy, el destino de la producción de cebada forrajera será la exportación, pero la nueva semilla también servirá para aumentar la oferta alimenticia para la ganadería y la lechería a nivel local.

Según Juan Díaz Lago, director del Programa Nacional de Cultivos de Secano del INIA, el rendimiento de la nueva semilla arrojó una mejora de entre el 5% y el 10% en las pruebas realizadas hasta el momento.

La cebada es el tercer cultivo demandado para alimento animal, detrás del maíz y del trigo.

Con casi 1,4 millones de hectáreas sembradas en 2012, el área cultivada con cebada en la Argentina se multiplicó por cinco en el último quinquenio, mientras que la producción creció aún más por la mejora de los rendimientos.

Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la cosecha de esta campaña culminará con 5,5 millones de toneladas, sólo para la variedad cervecera. Casi toda la cebada que se cosecha en la Argentina tiene como destino esa industria, especialmente a través de las malterías Pampa y Quilmes (pertenecientes a InBev) y Cargill.

Pero más allá de la demanda cervecera, en el último tiempo la oferta de cebada en el país creció por las complicaciones en la comercialización del trigo a partir de que el gobierno nacional decidió cupificar las exportaciones, en 2006. Como ambos son cultivos de invierno, compiten por el espacio en los campos, y la cebada fue ganando terreno. En paralelo, desde el año pasado el grano tiene una cotización oficial en el mercado de futuros, lo que ayudó a transparentar los precios.

Según la Asociación Argentina de Protección de Obtenciones Vegetales (Arpov), el Instituto Nacional de Semillas (Inase) registra hoy 44 variedades de cebada en el país, pero sólo 15 se vendieron en la última campaña y una variedad (Scarlett) ocupó el 69% de las hectáreas.

Julieta Camandone