inquieta importación de frutilla
En mayo, junio y julio ingresaron al país 120 toneladas desde Polonia, China y Marruecos
En mayo, junio y julio ingresaron al país 120 toneladas desde Polonia, China y Marruecos. El ministro Luis Contigiani denunció que "está afectando a la producción regional".
El incremento en la importación de frutilla congelada respecto de 2015 encendió la alarma en el gobierno santafesino, que desde julio instrumentó un observatorio para monitorear el ingreso al país de productos que puedan amenazar a la industria nacional.
El Ministro de la Producción, Luis Contigiani, adelantó cifras en su cuenta de Twitter y luego las ratificó en declaraciones a LT8 de Rosario. "Dato del Observatorio de #Importaciones Santa Fe: Enero a Julio '15 entraron 23 mil kilos frutilla. Este año ya se importaron 120 mil kilos", redactó en la red social.
Según los registros de aduana, se trata de tres compras hechas por industrias que utilizan frutilla congelada como insumo para elaborar salsas y conservas. En mayo fue la primera, por 22.000 kilos traídos desde Polonia, y la realizó Conosud SA de Desvío Arijón (departamento San Jerónimo). Las dos restantes, por 98.400 kilos embarcados desde China y Marruecos, las hicieron en junio Main Process, con producción en Bella Vista (Corrientes), y en julio Compañía Industrial Frutihortícola, con campos en la misma zona y Mar del Plata. Según las posiciones arancelarias registradas, en todos los casos se trata de frutas congeladas.
Esta mañana, en declaraciones radiales, Contigiani planteó su preocupación porque "están entrando muchas importaciones" y ratificó que el próximo informe del Osbservatorio se enfocará en las compras de alimentos. "Vienen (las frutillas) de diferentes países, algunos increíbles. Sabiendo que Santa Fe tiene una región como Coronda, que es una economía regional de las más importantes", se quejó. A eso agregó la situación de las zanahorias, que se producen en la costa santafesina, y que en el transcurso de 2016 sumarían compras en Brasil y Chile por unas 7.000 toneladas.
"Creo que es un desequilibrio que puede afectar, y está afectando, a la producción regional", afirmó el Ministro, y aseguró que "es una variable más" que sufre la producción nacional en combinación con otras como caídas en las ventas minoristas y mayores costos. "Al entramado industrial y de economías regionales las pone en una situación de apriete, complicada", sentenció.
En el ambiente corondino la información llega cuando los frutilleros se encuentran negociando con las industrias -que demandan todos los años, a partir de septiembre, el 50 % de la cosecha total- el precio de la fruta. Hasta el momento los productores vendieron para consumo en fresco a precios que comenzaron a $ 60, al inicio de la primicia, y ya se ubican en $ 40/50 el kilo, según la calidad. Fuentes del sector indicaron que tradicionalmente el precio que acuerdan las partes para la fruta con destino industrial es el 50 % de lo que se está pagando para fresco, por lo que las conversaciones giran en torno a $ 20/25 por kilo.
Los registros aduaneros muestran que en mayo las importaciones se hicieron a un precio CIF (puesto en el puerto de destino, con seguro y flete incluido) de u$s 1.37 el kilo ( al tipo de cambio oficial actual), mientras que en junio se pagaron u$s 1,26 ($ 18,50) y en julio u$s 1,56 ($ 22,89). Aunque a priori parezcan valores similares a los que puedan acordar frutilleros e industrias en la región, en realidad ya cuentan con un procesamiento que las fábricas podrían ahorrarse (sobre todo en energía, lavado y despalillado). De ahí el temor de los productores de que, al contar con la posibilidad de abastecerse en el exterior, la demanda presione el valor de compra de la materia prima. De hecho la principal industria en Coronda, Agrana Fruit Argentina SA, es una multinacional que cuenta con producción y elaboración en países como Marruecos y China, desde donde podría importar el producto terminado si es más barato que el local.
En el ambiente frutillero aceptan que la importación no es inusual, sobre todo porque la industria procesadora tiene que hacer frente a los meses del año en los que no hay abastecimiento de materia prima, especialmente entre enero y febrero. Por eso descartan que las importaciones, por la época del año en que se hicieron, obedezcan a un faltante de fruta. Explican que la cantidad que entró al país aún "no es significativa". Pero advierten que podría transformarse en un problema si las compras en el exterior se mantienen a este ritmo el resto del año.
La producción de frutilla en Santa Fe sufrió este año un grave problema de calidad en los plantines, a lo que se sumo el desastre hídrico de abril. Si bien las hectáreas sembradas se mantienen en las mismas 300 que el año pasado, se anticipa una caída importante en el volumen de producción final, ya que las plantas están entregando aproximadamente un 50 % menos.