Deporte

El sillón de Grondona, junto al de Rivadavia

Desde el Gobierno dicen que el fútbol se seguirá viendo gratis cuando se desestatice y pase a manos privadas. Sería un triunfo para Macri, quien hasta puso su gente en la Comisión Normalizadora

20 Jul 2016

La Superliga, ese torneo impulsado por los clubes grandes (Boca, River, Racing y San Lorenzo) y avalado por el Gobierno Nacional, nació muerta. En realidad, nunca se supo ni se sabe qué es. Se pensó como un salvataje económico para los clubes, a través de los derechos de televisación de los partidos. Sin embargo, a lo único que apunta es a profundizar la brecha entre los "grandes" y los "chicos" y a llevarse al cajón, junto a ella, al Fútbol para Todos. Por el momento, la plata la sigue poniendo el Estado, que presionó para su aprobación advirtiendo: "O aceptan los 2.500 millones de pesos por esta temporada o seguirán percibiendo los 1.800 millones de la anterior".

Así, aquellos dirigentes que en esta "Era Grondona 2" levantaron la mano y votaron afirmativamente por una Superliga sin saber cómo iba a funcionar, sin estar de acuerdo en el dinero que iban a percibir y sin saber qué cambios en los estatutos de AFA iba a provocar, tuvieron que aceptar las presiones. Sin embargo, 72 horas más tarde, volvieron a Casa de Gobierno a pedir más dinero, aduciendo que el fútbol argentino tiene un valor mayor. Los directivos tenían en mano la propuesta que la empresa Turner le había efectuado a la AFA por 3.200 millones de pesos y decidieron ir a pedirle al Gobierno que aporte hasta fin de año 1.500 millones y que a partir de esa fecha se deje sin efecto el contrato del Fútbol para Todos.

El presidente de Boca, Daniel Angelici, le entregó ayer la solicitud por escrito de la AFA al Secretario General de la Presidencia, Fernando de Andreis, en donde se establecía el pedido de licitación del fútbol a partir de enero de 2016. Hace un mes atrás, el titular de Independiente, Hugo Moyano, le había dicho a De Andreis que el fútbol cuesta 3 mil millones, a lo que el funcionario de replicó: "Si conseguís esa plata, rescindimos el contrato". Ahora, la oferta seria y formal de Turner apareció, pero Angelici fue el primero en levantar la voz, aduciendo que no era conveniente una licitación.

En tanto, la guerra se desata por detrás. Si Turner lograra quedarse con los derechos de las transmisiones, podría ingresar en el negocio del cable y el Grupo Clarín no solo quedaría debilitado, sino que recibiría una herida en el corazón de su negocio: Cablevisión. El Grupo Clarín, que le brindó un gran espaldarazo a Mauricio Macri para llegar a la Presidencia de la Nación, pretende volver a apoderarse del negocio del fútbol que perdió en 2009 con la creación de Fútbol para Todos.

El Gobierno quedó en una verdadera encrucijada. O deja el negocio en manos de Turner, que piensa mantener en gran parte la gratuidad del fútbol; llama a licitación para que su socio luche palmo a palmo con el gigante americano o, directamente le entrega el negocio Clarín a través de Torneos y Competencias, cuyo ex CEO Alejandro Burzaco está detenido en Estados Unidos por el caso FIFA Gate. Sin embargo, en el mundo de los negocios, todo es conversable y un arreglo entre Turner y Clarín tampoco podría descartarse. El fútbol, en no más de un año, dejaría de ser gratuito y si bien el presidente estaría incumpliendo su promesa de campaña, saldría como el gran vencedor de este entuerto que lleva varios meses.

Macri tuvo que luchar contra la FIFA y hasta discutió en teleconferencia con el presidente del organismo, el suizo Gianni Infantino. Articuló eficientemente los mecanismos para que la AFA no sea intervenida y logró que no se lleven a cabo las elecciones que debían efectuarse el 30 de junio pasado. De esta forma, pudo sacarse de encima dos pesos pesados: al empresario televisivo y vicepresidente primero de San Lorenzo, Marcelo Tinelli, y al sindicalista y titular de Independiente, Hugo Moyano, quienes aspiraban a sentarse en el sillón de Julio Grondona.

También aceptó la imposición de la FIFA que en la Comisión Normalizadora de AFA no iba a haber integrantes ni del Gobierno ni de la Justicia. Sin embargo, los miembros de dicha Comisión Normalizadora, que se dieron a conocer el lunes, pareciera que fueron impuestos, en su mayoría, por Macri. El presidente es el titular de Belgrano de Córdoba, Armando Pérez (a quien precisamente Macri había postulado en diciembre pasado como reemplazante de Grondona), como vicepresidente a Javier Medín (asesor legal de Boca), Pablo Toviggino (titular del Consejo Federal) y Carolina Cristinziano, abogada y asesora legal de agentes de jugadores y clubes de fútbol.

También, desde la calle Balcarce, se trató de imponer a Juan Sebastián Verón -jugador de Boca en la época que Macri era presidente de la institución- como presidente de la Superliga. Sin embargo, el deseo del actual mandamás de Estudiantes de la Plata es convertirse en coordinador de la comisión de selecciones. La "Brujita" ya se reunió con Armando Pérez y le propuso como entrenador del Sub 20 a Lucas Bernardi. El máximo punto a favor de Macri, de privatizarse nuevamente el fútbol argentino, será que el Estado dejará de aportar millones de pesos para solventarlo.

En definitiva, el sillón de Don Julio de la calle Viamonte se colocó al lado del sillón de Rivadavia de la calle Balcarce. Desde ambos, el presidente Mauricio Macri está dirigiendo los destinos económicos del fútbol argentino, manejando los derechos de televisación, a través del Secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, y de su operador jurídico y presidente de Boca, Daniel Angelici.