¿El maíz pasa a tardío?
Las lluvias complican la siembra y es necesario modificar los planteos para el maíz. Desde qué híbrido elegir hasta la fertilización habrá que variar para lograr un cultivo exitoso
Si bien el cereal es un cultivo que viene bastardeado, esta campaña se perfilaba como muy prometedora, ya que por un lado la sequía en EEUU asegura buenos precios y por el otro a nivel local se espera una temporada con perfiles cargados y buena disponibilidad hídrica. A esto se le suma la liberación de 15 millones de toneladas para exportación.
Luego de abundantes precipitaciones que han encharcado y anegado muchos suelos el panorama es mucho menos alentador ya que se ha complicado la siembra por falta de piso y los lotes sembrados tienen problemas de emergencia y pudrición de semillas.
¿Cuándo y con qué?
Con muchos insumos comprados los productores que optaron por el cereal deben tomar decisiones con urgencia. En diálogo con Agritotal.com, Leonardo Galli, de Pioneer Argentina, expresó que la siembra se ha demorado lo suficiente como para que lo que resta pase a planteos tardíos. A su vez es necesario optar por híbridos de mejor perfil sanitario y caña más resistente ya que también se espera un otoño con excesos hídricos. Galli recomienda inclinarse por un maíz con resistencia a lepidópteros.
En cuanto a las densidades, aquí hay que realizar un análisis con detenimiento ya que si bien la alta disponibilidad hídrica permitiría arriesgar un poco mas aumentando la densidad, en siembras tardías el coeficiente de logro es mayor, versus las siembras tempranas que por las menores temperaturas y la probabilidad de ataques de plaga como gusano blanco se pierde entre un 7 al 10% de semillas. Además, una mayor densidad implica una caña más angosta y con mayor susceptibilidad al vuelco que las cañas más gruesas.
El planteo defensivo probablemente será la mejor opción, un híbrido tardío con un techo de rendimiento menor pero que asegure una cosecha segura. Aún en estas condiciones Galli recomienda inclinarse por el maíz en lugar de la soja porque de confirmarse el otoño llovedor el maíz ofrece mayor seguridad de cosecha ya que no se pierden granos como sí sucede en el caso de la oleaginosa.
Las lluvias se llevan nutrientes
Jorge Bassi, vicepresidente de Fertilizar AC, indicó que las lluvias han lixiviado grandes cantidades de nitrógeno del suelo. 40 kg/ha es el valor que están manejando para las zonas agrícolas tradicionales, valor sumamente significativo si se tiene en cuenta que los umbrales se ubican entre los 160-200kg N. Para suplir esta pérdida será necesario aplicar aproximadamente 80kg de urea por encima de los valores que manejaba el productor.
Cuando Agritotal.com le consultó el momento de aplicación, Bassi expresó que “si bien el momento de máxima eficiencia agronómica es V6, es conveniente aplicar en V2-V3 para asegurarse la posibilidad de ingresar a los lotes”, además en este momento el stand de plantas ya esta asegurado y se pueden ajustar las dosis a los requerimientos del cultivo.
Para completar una nutrición adecuada del cultivo se recomienda tener en cuenta al azufre (S) que es un nutriente barato que mejora la eficiencia de utilización del nitrógeno. En general 12kg de S/ha es una dosis que presenta respuestas en la mayoría de los planteos aunque en situaciones “con napa” (a 1m o menos de la superficie) se pueden bajar las dosis por el aporte de la capa freática.
También se han encontrado respuestas de entre 600-800kg por la aplicación de zinc, ya que el valor umbral es de 1 ppm y en muchos suelos no supera 0,8.
Una campaña complicada
Desde MAIZAR, Martín Fraguío destacó que esta situación perjudica a una campaña que en el mejor de los casos se verá disminuida en un 10% de la superficie. El director ejecutivo de la entidad explicó que la campaña está muy atrasada con respecto a años anteriores ya que sólo se lleva sembrada el 40% de la superficie, que en la última semana avanzó un magro 4%.
Aun así, Fraguío ponderó que “lo que se siembre va a alcanzar rendimientos récord” y de esa manera se compensará la caída en el área sembrada. Por estas razones desde MAIZAR esperan que la cosecha récord de 28 millones de toneladas no se vea mayormente afectada. El ingeniero recomendó analizar caso por caso para tomar las decisiones más acertadas.