Gobierno ruso anunció posible compra de soja
Apunta a sustituir importaciones de EE.UU. por Sudamérica.
El ministro de Agricultura de Rusia, Alexander Tkachev, anunció ayer a la cadena de televisión Rossiya 24, que su país reemplazará las importaciones de soja y maíz estadounidense con suministros provenientes de América Latina.
Según la agencia Reuters, el Rosselkhoznadzor —la agencia sanitaria y fitosanitaria de Rusia— confirmó que Moscú pondrá fin a las importaciones de soja y también maíz desde Estados Unidos a partir del próximo lunes 15, generando una gran expectativa a nivel productores de granos como Uruguay, Brasil y Argentina.
El broker Fernando Villamil (Agrosud) consultado por El País, estimó que la decisión de Rusia "puede tener alguna incidencia si se concreta en el corto plazo". El operador explicó que esa incidencia podría generarse, principalmente, "en lo que son las bases, es decir la diferencia entre los precios del mercado de Chicago y el mercado físico".
Agregó que "si se concretan las compras de Rusia en la región puedan darle una tonalidad puntual a los precios (bases), pero en el mediano plazo, habrá más oferta americana en el mercado que va a sustituir a la otra. Eso el mercado tiende a nivelarlo".
Baja venta.
Mientras tanto, en Uruguay, las ventas de soja continúan en muy bajos niveles y según estimaciones estarían muy cercanas al 10% de la producción.
Los precios siguen bajos, un problema al que los productores ya se acostumbraron; Ayer la soja en el Puerto de Nueva Palmira cotiza a US$ 300 por tonelada. Para Villamil, los productores no están vendiendo por dos motivos.
"La oferta está cauta para vender porque los productores esperan mejores precios (salen a vender cuando hay picos de suba de valores), ya que el mercado de Chicago se está manteniendo en niveles bajos y las expectativas de precios de los productores son mayores", explicó ayer el operador a El País.
Ese es un argumento que se maneja desde hace varios meses y la razón por la que no hayan salido a vender al momento de la cosecha.
Por otro lado, el segundo argumento —según la visión del operador— es que se agravó la sequía. "A los bajos precios se suma la incertidumbre de contar con bajos rendimientos, por lo tanto, están tomando el riesgo de vender algo que no van a cosechar", agregó Villamil.
Las recientes lluvias llegaron tarde para las sojas de primera, que, con el déficit hídrico ya hace algunas semanas venían hipotecando rendimientos, principalmente en aquellos cultivos que estaban en un estado reproductivo avanzado. En el presente ejercicio agrícola, de 1.161.000 de hectáreas que se estima albergan a la oleaginosa, unas 807.000 estarían con soja de primera (sería el 70% del área), según datos de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA/MGAP).
En la otra vereda, las sojas de segunda que serían unas 354.000 hectáreas (DIEA/MGAP) están a tiempo de recuperarse si sigue lloviendo, por más que hayan perdido tamaño. En el pasado año agrícola la producción de soja uruguaya habría alcanzado 3,11 millones de toneladas; tuvo una caída de 9% respecto al ciclo anterior. Se habían plantado 1,33 millones de hectáreas, lográndose una producción promedio de 2.331 kilos por hectárea, según datos oficiales.