Sojeros piden apertura de puestos de compra
El precio establecido por el Gobierno invita a los agricultores a contratar la arrancada de las plantas y la desgranada con máquina
Aunque no sabían quién les comprará el grano, los agricultores coincidieron en indicar que la producción saldrá atrasada por la prolongación de las lluvias; que el pico de cosecha está a pocos días si sigue el sol; y que el rendimiento será inferior al del año pasado, de 35 quintales promedio por cuadra con un costo que fluctuará entre $ 700 a $ 1.000.
La fuente de alegría del sector es la misma del año pasado: el precio acordado por el Ministerio de Agricultura, el martes pasado, por recomendación de la Subsecretaría de Comercialización como consecuencia de la falta de consenso entre agricultores e industriales en el seno del Consejo Consultivo.
Para la fijación del precio se tomó la cotización internacional de la materia prima en ese momento (629 dólares por tonelada), más el costo de internación al país, una cifra que al momento supera a la registrada en la Bolsa de Chicago ($ 563 tonelada FOB).
“No hay afán de las empresas balanceadoras en firmarnos contratos de compra, pero confiamos en que cumplan lo convenido desde este lunes y empiecen a demandar el grano para que fluya la comercialización sin las distorsiones de siempre que enriquecen a los intermediarios que imponen los precios bajos”, dijo el presidente de la Corporación Nacional de Soyeros, Wilman García.
Según el dirigente, Pronaca es la única empresa que les ha dado un contrato de 40 toneladas diarias y se mostró escéptico en recoger las 70 mil toneladas proyectadas por el Ministerio de Agricultura, basado en los bajos rendimientos y el espacio ganado por el maíz.
El precio oficial de garantía de $ 30 para el quintal de grano con 12% de humedad y 1% de impurezas puesto en la finca o bodega del vendedor, obliga a las empresas balanceadoras a pagarlo y absorber toda la producción según la siguiente distribución: Aprobal, 46%; Afaba, 34%; y Pronaca, 20%.
Además, el esquema de comercialización establece que estas industrias entregarán el grano a las extractoras a un costo de maquila de $ 68 por tonelada métrica y la industria aceitera adquirirá todo el aceite de soya nacional a un precio de $ 1.287 la tonelada métrica y si interviene en la compra directa del grano, podrá vender la pasta de soya a $ 680 la tonelada.
El registro de las facturas de compra en su equivalente en torta constituirá el requisito básico para las autorizaciones de importación, no solo de esta fuente de proteína sino también de maíz amarillo duro.
Ayer, durante un recorrido por la planta de Babahoyo, el gerente de la UNA, Mao Lam Palacios, aseguró que cuentan con suficiente capacidad para almacenar la meta de 25 mil toneladas, acción iniciada esta semana con la idea de que la industria retirará el producto permanentemente.