Uso de curasemillas en el cultivo de Trigo y Cebada
La condición sanitaria de un lote de semillas es el principal elemento de la calidad conjuntamente con la pureza, la energía y el poder germinativo de las mismas.
A las enfermedades que comúnmente afectan al cultivo de trigo y cebada como son Carbones, caries y fusarium, se le suman la presencia de manchas y patógenos del suelo diseminados en todos los campos agrícolas del país. El complejo "Damping off", conformado principalmente por patógenos del genero Oomictes (Phytium spp. y Phytophtora spp.), puede llegar a ocasionar severos daños. El problema se profundiza, aún más, bajo condiciones de suelos húmedos, fríos y con cobertura de rastrojo que hacen que los períodos de germinación y emergencia se prolonguen, dejando a la semilla expuesta durante más tiempo al ataque de estos patógenos.
Por ello, para lograr una buena implantación del cultivo y tener un control de todas las enfermedades que afectan a la semilla, es fundamental pensar en el uso de un buen curasemilla. Los terápicos de semilla tienen dos funciones primordiales
1- Prevenir y erradicar el inoculo presente sobre o dentro de la semilla para que no constituya una fuente primaria o inicial.
2- Proteger la semilla y las plántulas de la infección de los hongos del suelo, del rastrojo y del aire lo que se traduce indirectamente en un aumento de la germinación y asegura la implantación del c
Gabriel Mina | engormix