Aflojan las inundaciones
El nivel de las aguas en los partidos del centro, sur y sudeste bonaerense, afectados por la crecida de arroyos por las intensas lluvias de los últimos días, comenzó a bajar en forma lenta en la mayoría de los distritos, aunque aún persisten 700 pobladores evacuados
La situación más crítica se vive en el partido de Azul, en el centro del territorio bonaerense, donde la crecida del arroyo que cruza esa localidad alcanzó su pico de 5,5 metros y anegó todo el casco urbano. Sin embargo, hacia la noche el agua comenzó a bajar.
"Si bien es estable la situación en la ciudad, el agua tardará en escurrir. Los desniveles del terreno hacen que en algunas zonas haya más agua que en otras, pero los vecinos colocaron compuertas y se prepararon para esta crecida por lo que no tuvieron que evacuarse", destacó a Télam una fuente de esa comuna.
Cuatro ministros bonaerenses se reunieron esta tarde en la intendencia de Azul para coordinar las acciones de ayuda a los pobladores más afectados, tanto en la zona urbana como en la rural.
Es que los campos situados en torno a la ciudad cabecera están completamente anegados y hay muchos caminos intransitables, lo que generó que "en algunos pequeños pueblos rurales como Parish estén aislados por tierra", dijo a Télam Daniel Mujica, director de Defensa Civil.
El funcionario precisó que en el pueblo de Cacharí, de 3000 habitantes, "esperamos el pico de la crecida del arroyo para este fin de semana, ya que estamos a 60 kilómetros de la ciudad de Azul, pero el agua está bajando muy rápido".
Mujica remarcó "la solidaridad de todos los vecinos y de los organismos de salvamento para enfrentar esta situación" y aseguró que tuvieron que "romper alcantarillas para agrandar los sumideros" y que "se levantaron taludes y terraplenes en tan sólo dos días".
Mujica destacó que tras esta inundación -la tercera que sufre Azul en 90 días- se pedirá que se declare zona de desastre a la región rural ya que el impacto económico será importante debido a que el agua de la anterior crecida no terminó de escurrir y ya enfrentó otra.
Necochea es otro de los distritos afectados, con 136 evacuados de los 32 que se habían informado esta mañana, y con una única ruta transitable: la que conecta con Mar del Plata.
En esta ciudad balnearias, las autoridades esperan el pico de crecida del río Quequén para esta noche aunque ya hay anegamientos en pueblos como Santamarina, donde el agua llegó al casco urbano, al igual que en Fernández, Claraz, y La Dulce.
En Tres Arroyos, en el sur provincial, "el agua llegó al borde de los terraplenes y taludes", dijo a Télam el intendente Carlos Sánchez, quien informó que como consecuencia del desborde del Arroyo del Medio hubo que evacuar a 230 personas.
Sánchez explicó que en la zona rural "hubo muchos anegamientos y los caminos quedaron intransitables, lo que llevará varios días recuperarlos con el consecuente impacto económico que esto generará".
En tanto, fuentes de Defensa Civil de Tres Arroyos aseguraron que esta noche "las aguas empezaron a bajar".
Un informe del Consejo Provincial de Emergencias informó hay un total de 677 evacuados por las inundaciones de los cuales 200 pertenecen a La Matanza, 65 a Pilar, 130 a General Pueyrredón, 42 a San Cayetano, 32 a Necochea, 13 a Lobería, 12 a Azul, 26 a Olavarría, 31 a Laprida, 12 a Gonzales Chaves, 14 a Tandil y 100 a Tres Arroyos.
El gobierno bonaerense destacó que el área rural de las regiones central y sureste bonaerenses, próximas al cordón serrano del sistema de Tandilia, "están colmados de agua tanto las zonas bajas como las lagunas, situadas en las zonas altas, lo que genera un aumento del escurrimiento en arroyos y desbordes en la cuencas".
Calificó a la cantidad de agua caída como "extraordinaria" y precisó que "ya superó hasta cinco veces la media histórica del mes de agosto".