El campo pierde a un apasionado
El adiós a Néstor Niell
Con mucho dolor el sector agropecuario -y también el resto de los sectores- recibió la noticia del fallecimiento de Néstor Niell. Se trataba simplemente de un hombre de campo, pero con una personalidad y sabiduría que lo hacían sobresalir. Y no por ello, por conocer más de su pasión, se convertía en intocable. Todo lo contrario. Era muy didáctico y disfrutaba con compartir sus experiencias agropecuarias sin distinguir si quien lo escuchaba era un rey o un peón. Esa vocación por compartir conocimientos lo llevó a diferentes ámbitos, público y privados.
Así es que fue vicepresidente segundo de la Bolsa de Cereales, director de Intagro SA (empresa de corretaje de granos y de semillas oleaginosas) y fue presidente de la Junta Nacional de Granos durante la presidencia de Alfonsín, y asesor del secretario de Agricultura del Ministro de Economía durante las presidencias de Menem y De la Rúa. Con su vida dedicada al campo, era fuente de consulta porque, lo que sabía, no estaba en libros o en internet. De la soja recordaba que "la Argentina se volcó a un producto nuevo... porque los países centrales no lo subsidiaban, y entonces nos abrieron la puerta lo poquito para meternos allí. Dejó en sus cuatro hijos, Sebastián, Guadalupe, Lisandro y Nicolás, su sabiduría y pasión. Puede darse por satisfecho que seguirán el surco por él iniciado. Hoy en Jardín de Paz a las 13 horas, su familia y amigos lo despedirán, aunque siempre lo tendrán cerca en sus recuerdos.