Tucumán

Hay que preservar la sanidad de la papa del Valle

La producción de papa semilla en Tafí del Valle comenzó su desarrollo hace 45 años, gracias al esfuerzo de productores locales e investigadores extranjeros. Luego se involucró el Gobierno de la Provincia

4 Jul 2014

La producción de papa semilla en el valle de Tafí se desarrolló gracias a los esfuerzos e investigaciones de pioneros locales y extranjeros, que realizaron trabajos de experimentación hasta lograr insertar en esta zona de altura un cultivo muy importante no solo para la zona, sino también para la producción regional y nacional de papa.

La calidad y la sanidad de la papa semilla que se realiza en este lugar, ubicado en la zona de los altos Valles de Tafí al oeste de la provincia, es muy buena y conocida por todos los paperos del país.

Hace más de 45 años que destacados técnicos y productores trabajan experimentando y transfiriendo conocimientos, para fortalecer a esta zona como productora de semilla. Aprovechan las ventajas agroecológicas, que permitieron producir tubérculos semillas de calidad y sanidad exclusivas.

Haciendo un poco de historia, en 1968 comenzaron los primeros trabajos agrícolas en altura que se potenciaron en 1970, con la instalación de un campo para trabajar con esa “papa semilla”. En esos tiempos, Argentina la importaba de Holanda por valores anuales que rondaban los U$S 30 millones. La llegada del genetista stoniano, doctor Edward Viirsoo -por gestión del ingeniero José Ploper, padre del actual director técnico de la Eeaoc-, no sólo ayudó a investigar, sino que también instruyó sobre las técnicas extensionistas y sobre el ahorro de la energía.

Con el apoyo de algunos pioneros productores que vivían o se establecieron en el Valle lograron insertar este cultivo y que la semilla se conozca en las diferentes zonas paperas de la provincia y de la región. Tras un trabajo continuo e interdisciplinario de la Eeaoc se verificó que las condiciones ambientales de Tafí del Valle eran óptimas para producir semilla de alta sanidad, ya que los lotes mantenían un bajo porcentaje de enfermedades de origen viral, como consecuencia de la ausencia de insectos vectores durante el ciclo vegetativo.

La demostración de la capacidad de la región para mantener la sanidad y el vigor de las semillas a través de varias generaciones, sumado a las gestiones políticas y administrativas de la Eeaoc, determinó que Tafí del Valle fuera declarada, allá por 1976, “zona productora de papa fiscalizada” por la Dirección Nacional de Fiscalización Agrícola.

Investigación y desarrollo

Las crecientes necesidades de los productores de nuevos programas de experimentación y promoción determinaron la ampliación de la Subestación, que se radicó en 1978, en un predio de 100 ha. Allí se instaló una infraestructura adecuada, en la cual hoy los ensayos, no solo de este cultivo, sino de otras alternativas productivas, se sigan desarrollando. Todos los trabajos que se hicieron, desde que afloró esta iniciativa de los pioneros productores e investigadores, permitieron que este Valle se constituya en la primera área diferenciada productora en el país, y disminuir y terminar con la importación desde el exterior.

En este importante desarrollo, dos instituciones cumplieron un importante papel: la Asociación Productores de Papa Semilla (Apase) y la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán. Entre ambas se firmó, años atrás, un convenio con el objetivo de establecer las bases para un trabajo interinstitucional conjunto, para asegurar la continuidad de la gestión de experimentación y transferencia tecnológica de la Subestación Experimental de Tafí del Valle. A este también se sumó en su momento la Secretaria de Agricultura de la Provincia, para darle más fortaleza al convenio y apuntalar el cumplimiento de las normativas productivas y sanitarias establecidas para la producción de papa semilla. Este tema que no es menor debe ser fortalecido y mejorado año a año por los sectores involucrados, en procura de cuidar a la zona semillera que tantos años de esfuerzo se hicieron para lograr insertarla en un sistema de producción de semillas. El productor, por suerte, entiende que el esfuerzo de producir semilla debe hacerse todos los años, y que debe cumplir lo estipulado por la reglamentación, bajo el monitoreo y la supervisión del Instituto Nacional de Semillas (Inase), Apase, la Eeaoc y la Dirección de Agricultura local. Actualmente en la región los campos están en descanso invernal, pero los productores están eligiendo lotes y tomando decisiones de siembra de papa semilla que deben ajustarse a las normativas fitosanitarias existentes en el Valle.

Deben cumplir las rotaciones de los lotes destinados a producir papa semilla que deben ser cada tres años (dos de descanso); la siembra de semilla debe realizarse en lo posible con semilla básica y fiscalizada por el Inase y eliminar los lotes con plantas voluntarias, o sea las que vienen de años anteriores, porque pueden ser un foco de infección del resto y se deben seguir implementando todas las labores tendientes a mantener los planteles de semilla dentro de los porcentajes de virus más bajos posibles.

Es de esperar que la zona siga teniendo la sanidad adecuada para producir semillas de papa de alta calidad y mantener las condiciones que lograron establecer los pioneros de esta actividad. Para ello, la labor conjunta de los integrantes de esta cadena productiva, pública o privada, debe ser continuada y fortalecida, ratificando los convenios que hoy preservan las ventajas agroecológicas competitivas del Valle.