Una oportunidad para Latinoamérica
La terrible sequía afecta al 75% de la superficie cultivada de maíz y soja. Según un informe de la FAO la región deberá aumentar sus exportaciones agroalimentarias para cubrir la menor oferta.
La sequía en Estados Unidos, que afecta al 75% de la superficie cultivada de maíz y soja, abre nuevas posibilidades a los países latinoamericanos que son exportadores netos de cereales y oleaginosas, según anticipó la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El organismo de la ONU, en ese contexto, señaló que la producción agrícola de América Latina y el Caribe se recuperó tras la caída de 2011/12, y pronosticó un alza del 4% en 2012/2013, en especial del maíz.
Los problemas que enfrenta Estados Unidos con sus cosechas están generando presiones al alza y volatilidad en los precios de los alimentos, provocando incertidumbre sobre el comportamiento de los mercados internacionales de granos en el mediano plazo, señaló la Oficina Regional de la FAO.
La gravedad de la sequía fue ratificada el viernes pasado, cuando el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) reflejó el impacto de la sequía sobre sus cultivos.
El USDA recortó la producción de maíz de 329,45, a 273,79 millones de toneladas, por debajo de los 278,67 millones previstos por el mercado, y redujo la cosecha de soja, de 83,01 a 73,27 millones, lejos de los 79,21 millones esperados por los operadores.
En meses de repunte en los precios del maíz, el trigo y la soja, "se abren nuevas oportunidades para los países exportadores netos de estos cereales", al tiempo que "aumentan los riesgos de inseguridad alimentaria en poblaciones pobres de los países importadores netos".
Según el Boletín Trimestral de Seguridad Alimentaria y Nutricional, los precios internacionales del maíz, el trigo y la soja se elevaron más del 30% desde el inicio de junio a fines de julio.
"Los países exportadores netos de estos granos y de soja, como la Argentina, Brasil y Paraguay, podrán aumentar sus exportaciones en el corto plazo", consideró Raúl Benítez, representante regional de la FAO, y consideró que esos ingresos permitirán nuevas "inversiones en la agricultura y la expansión de sus sistemas de protección social".
Para Benítez este nuevo nivel de precios "representa -en el corto plazo- un desafío adicional para aquellos países importadores netos de estos granos y de soja, en especial aquellos cuyas importaciones dependen de los Estados Unidos, como México, los países centroamericanos y caribeños".
"Estos países deberán reforzar sus políticas para ampliar la producción interna de alimentos básicos, diversificar sus fuentes de importaciones y reforzar sus sistemas de protección social", enfatizó el directivo de la FAO.
El aumento de la producción regional previsto por la FAO responde, en gran parte, a los buenos resultados en la cosecha de granos secundarios (maíz, cebada, avena, sorgo y otros) en América del Sur, que se estima llegarán a 122 millones de toneladas, un 8% por sobre la temporada pasada.
Este indicador se explica por la buena cosecha de maíz, donde se pronostica un total de 68,5 millones de toneladas, un 22% más que en 2011.
La FAO también destacó que en el primer trimestre del año las exportaciones agroalimentarias de América Latina crecieron el 8%, en comparación con el mismo trimestre del año anterior, por lo que se alcanzaron los u$s 47.000 millones.
Las importaciones agroalimentarias realizadas por América Latina, en tanto, crecieron un 18%, al alcanzar los u$s 19.000 millones durante el mismo trimestre observado.
En consecuencia, "la región continúa con un saldo comercial positivo en los productos agroalimentarios, que supera los u$s 27.000 millones durante el primer trimestre, levemente superior al mismo período de 2011".