La norma pone especial énfasis en los Estados Unidos porque ese país no logra erradicar esta enfermedad (comúnmente conocida como PRRS, por su sigla en inglés), de la que Argentina está declarada como libre. El decreto provincial agrega que San Luis tampoco permitirá la circulación de carne que pueda contener cualquier enfermedad considerada exótica dentro del territorio nacional.
"La importación de carne de cerdos ya venía en aumento, lo que era un problema", dijo el ministro de Medio Ambiente, Campo y Producción, Sergio Freixes, que impulsó la medida promulgada por el Gobierno.
En ese sentido, el titular de la cartera advirtió que esta apertura, después de 30 años, "complica aún más la situación del sector", y enfatizó en que "no podemos permitir que San Luis, que se encuentra entre las cinco provincias que más cerdos producen, vea peligrar la sanidad y los puestos de trabajo".
San Luis es la segunda Provincia que reacciona contra la importación de cerdos desde Estados Unidos. La Pampa también declaró de interés provincial su producción y comercialización para preservar el estatus sanitario, mientras que Santa Cruz trabaja en un ante proyecto de ley en el mismo sentido.
El Gobierno puntano adelantó que sumarán puestos de control en los comercios provinciales, además de los doce que ya están distribuidos en el territorio provincial.
"Los productores ya sufren aumentos en los costos de producción, por lo que abrir las fronteras a la importación, cuando no es necesario porque el sector mostró crecimiento, es una decisión preocupante, que no contribuye al desarrollo del país", agregó Freixes.
El funcionario explicó que se basa en estadísticas provinciales certeras, que muestran que la producción de cerdos en San Luis va en franco aumento. La provincia registró 163.778 cabezas en 2015, subió a 198.570 un año después (34.792 más) y cerró 2017 con 223.089, otro incremento de 24.519 porcinos.
La provincia tiene 143 establecimientos porcinos declarados en SENASA, de distintos tamaños, entre ellos tres grandes productores que contienen el 60 % del stock total: frigorífico Paladini, Alimentos Magros y General Ganadera del Centro.
"El resto está compuesto por unos 244 pequeños productores con menos de 500 madres, de los cuales el 90 % tiene menos de 100. A ellos es a quienes más hay que proteger", señaló el jefe del Programa Producción Agropecuaria y Arraigo Rural, Martín Rodríguez.
Sobre el virus
El PRRS es una enfermedad viral que afecta exclusivamente a los porcinos. Fue descubierto en Estados Unidos a fines de los 80 y se diseminó rápidamente por el mundo, aunque la Argentina, junto con Australia, Nueva Zelanda y Finlandia, son los únicos países que lograron mantener su estatus sanitario.
El costo de no erradicarla es elevado: se calcula en 500 dólares por madre y por año. "Se hizo un gran esfuerzo para fomentar la producción y el consumo de cerdos, lo que llevó a aumentar el consumo per cápita en los últimos años. No podemos tirar todo eso por la borda", reflexionó Freixes.
Hay un ejemplo cercano de los peligros que trae la importación porcina desde Estados Unidos y lo sufrió Brasil, que tuvo un brote en los últimos años que, se sospecha, surgió luego de una importación de carne desde América del Norte.
Los peligros para la sanidad son claros, porque el virus se transmite entre los animales, causa grandes pérdidas económicas, pero también las personas pueden ser vectores a través de los utensilios, la ropa, el calzado, algunas vacunas, la carne y sus fluidos, aunque no pueden contagiarse.
Chile también sufrió el ingreso de PRRS y se cree que fue por este último motivo. Ante estos casos testigo, explican San Luis decidió "cortar por lo sano" y cerrar la importación a la carne de cerdos desde Estados Unidos y cualquier otro país que no esté declarado libre de la enfermedad.